Brasil va hacia la peor recesión desde 1901, dicen economistas
Brasil va hacia la peor recesión desde 1901, dicen economistas
Giuliana Fierro

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó ayer la última revisión de su World Economic Outlook y dio malas noticias para la economía latinoamericana: según sus pronósticos, la economía de la región acabará el año con una contracción del 0,3%. En las reuniones que la institución celebró en octubre pasado en Lima, se esperaba un crecimiento del PBI de la región del 0,8%. 


Es una revisión a la baja de más de un punto porcentual realizada en un intervalo de solo 100 días. El abrupto pesimismo del FMI tiene dos factores de peso: la incertidumbre global y la deblacle económica , sobre la cual también arroja perspectivas desalentadoras.

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Aunque la economía de la mayor parte de países de la región tiene tímidos crecimientos, el bajón de Brasil arrastra el promedio a territorio negativo. El país liderado por Dilma Roussef ha sufrido el recorte más drástico de las previsiones: caería un 3,5% este año -frente a un descenso de 1% en la previsión anterior- y aspira a estancarse en el 2017.

“La  causada por la incertidumbre política en medio de las secuelas ininterrumpidas de la investigación de Petrobras está demostrando ser más profunda y prolongada”, dice el informe.

PANORAMA LOCAL 
Según Juan José Marthans, profesor de economía del PAD de la Universidad de Piura, la recesión de América Latina es un efecto estadístico por el peso de Brasil (40% del PBI regional). Sin embargo, la profunda crisis de dicho país sí tendrá consecuencias para sus vecinos, incluido el Perú.

“Las empresas peruanas tienen que repensar el destino final de su oferta exportable, ya que el 2016 no va a ser un año de recuperación económica a nivel global”, afirmó. El catedrático añadió que se debe prestar atención a la fuerte dinámica que muestran las economías asiáticas y la buena perspectiva de crecimiento de los países que conforman el bloque de la Alianza del Pacífico.

Por el lado del mercado de capitales, la situación de Brasil ya estaría interiorizada. “La desaceleración económica y la falta de confianza auguran un entorno macroeconómico negativo, pero eso por sí solo no creo que tenga un impacto en los mercados”, afirmó José Antonio Roca, gerente de la división de inversiones de Prima AFP. 

Roca dijo que, a pesar de una mayor desaceleración y de la caída del precio del petróleo, lo preocupante sería que esto se traslade a un evento no previsto. Citó como ejemplos una reestructuración de Petrobras, una incertidumbre sobre la deuda de Brasil, o un escalamiento de la crisis política que agobia a Roussef. “Eso sí podría tener un efecto de contagio”, apuntó. 

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