Los drones llegaron al delivery. Surgidos con sus actuales características a fines del siglo pasado para uso militar, cada vez se encuentran más aplicaciones empresariales para estos pequeños aparatos voladores.Follow @PortafolioECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Si bien ya son utilizados en agricultura, en la publicidad y en los medios de comunicación desde hace algunos años, los drones ahora son vistos como posible medio de transporte de pequeños paquetes en zonas con consumidores dispersos o en otras con alto tráfico.
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Amazon ya experimenta con el reparto de libros en Estados Unidos y en Australia una empresa local ya se le adelantó. Algunas pizzerías en Rusia y en la India también han realizado sus primeras entregas voladoras. Ahora le toca el turno al pan.
La panadería Currusco en Somo (Cantabria) repartirá el pan a partir de otoño por medio de drones. https://t.co/jqh7O1hkqS— Fin de Semana (@findesemanacope) julio 23, 2015
Así lo ha entendido la panadería Currus&Co de la turística localidad de Somo en Cantabria, España. La empresa ha anunciado que será la primera panadería del mundo con un dron encargado de repartir el pan a sus clientes más alejados. El aparato tiene una autonomía de 2,5 kilómetros. Pero el servicio aún no se implementa debido a un aspecto fundamental para el desarrollo de los servicios ‘droneados’: la regulación.
En Europa y en todo el mundo, incluyendo el Perú, se discute la conveniencia de acotar el uso de estos aparatos. De hecho, en el Perú, existen proyectos de ley en el Congreso y en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones que, increíblemente, ordenan prohibir el uso comercial de los drones.
En el mundo, las razones con que se justifica la regulación son la seguridad aérea y la privacidad. Mas en EE.UU. como en otros países la regulación busca poner candados para proteger a los ciudadanos y al mismo tiempo fomentar el desarrollo comercial de este rubro de alta tecnología; en cambio en el Perú, la intención es básicamente prohibir.