Ambos países firmaron este miércoles 15 de enero en Washington la fase 1 de un acuerdo que busca poner fin a la guerra comercial.  (Ilustración: El Comercio)
Ambos países firmaron este miércoles 15 de enero en Washington la fase 1 de un acuerdo que busca poner fin a la guerra comercial. (Ilustración: El Comercio)
Franco Balza Tassara Cánepa

El inicio de la , que influyó en la ralentización de la , se remonta a marzo del 2018, cuando el presidente estadounidense anunció que su gobierno elevaría los aranceles a 1.300 productos chinos. En respuesta, el gigante asiático informó que sumaría 106 artículos estadounidenses a una lista de insumos a los que se les impondrían del 25% sobre el producto en sus impuestos de ingresos.

La amenaza de Trump contra China surge a raíz de que el Departamento de Comercio de EE.UU. reveló un déficit en la balanza comercial estadounidense a favor del país asiático de US$375.000 millones. Es decir, EE.UU. le pagaba más a China por importar sus productos que lo que ganaba por exportarle sus artículos.

Luego de casi dos años de permanente tensión y constantes aumentos de aranceles, ambos países firmaron este miércoles 15 de enero en Washington la fase 1 de un acuerdo que busca poner fin a la guerra comercial.

Cronología de imposición de aranceles
Cronología de imposición de aranceles

FASE 1

“El documento entero se publicará el miércoles”, detalló Larry Kudlow, principal asesor económico de la Casa Blanca. Sin dar detalles sobre el contenido del texto, afirmó que EE.UU. había obtenido numerosas concesiones de China.

No obstante, Steven Mnuchin, secretario del Tesoro estadounidense, reveló que por primera vez existe un acuerdo completo sobre las problemáticas tecnológicas, los servicios financieros, las compras suplementarias de bienes chinos, así como un “verdadero mecanismo para hacer aplicar” el pacto.

Por su parte, Myron Brilliant, jefe de asuntos internacionales de la Cámara de Comercio de EE.UU., adelantó que, tras el acuerdo, China aumentará su compra de bienes estadounidenses en US$200.000 mlls. respecto al 2017 en los próximos dos años. A cambio de esos compromisos, la administración Trump renunciaría a imponer nuevos aranceles a China y disminuiría a la mitad los que entraron en vigor el 1 de septiembre para importaciones de productos chinos valorados en US$120.000 mlls.

IMPACTO LOCAL

Para el economista Jorge González Izquierdo, el anuncio de la firma de la fase 1 es importante para la economía mundial, ya que da un mensaje claro a los mercados que la guerra comercial no se está agudizando, sino que, por el contrario, ha entrado en un proceso de desmantelamiento de las medidas tomadas hasta la fecha.

Asimismo, González indica que para los mercados mundiales este avance en las negociaciones ha sido positivo, lo que ha dado lugar a que diversas instituciones proyecten un crecimiento económico mundial mayor al obtenido en el 2019.

En cuanto al impacto en el Perú, González considera que este será positivo, ya que aumentaría el precio y cantidad de las materias primas que exporta el país.

 Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, afirma que la demanda china de cobre podría mejorar respecto al año pasado al reducirse las tensiones comerciales.
Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, afirma que la demanda china de cobre podría mejorar respecto al año pasado al reducirse las tensiones comerciales.

En esa línea, Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, afirma que la demanda china de cobre podría mejorar respecto al año pasado al reducirse las tensiones comerciales.

“Este acuerdo debería tener un impacto positivo porque va a reducir las tensiones que han habido entre estos dos países. Más o menos se tenía claro que iba a ver un acuerdo y eso ya ha estado generando un efecto positivo. Por ejemplo, esa [expectativa] se ha estado internalizando en el precio del cobre, el cual se ha fortalecido”, dijo Perea.

Por el contrario, para el exviceministro de Economía, Enzo Defilippi, este acuerdo no soluciona problemas de fondo entre ambos países, los cuales afectaban a la economía peruana. Por esta razón, menciona que el Perú no tendrá este año un impulso externo como consecuencia de la firma de la fase 1.

“La fase 1 es un acuerdo parcial. Ambos países han dado algunas concesiones, pero no son las que arreglan los problemas que han afectado a la economía peruana. Por ejemplo, Estados Unidos ha aceptado reducir parte del incremento de aranceles [que se dieron desde que inició la guerra comercial] pero no es que los haya eliminado. Por lo tanto, los problemas que han afectado a la economía peruana como consecuencia de esto, van a continuar”, subraya Defilippi.

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