La profesora Melissa Falkowski subrayó que tanto los estudiantes como los profesores estaban bien preparados, pero lamentó que, pese a eso, hubiera habido tantas víctimas.
La profesora Melissa Falkowski subrayó que tanto los estudiantes como los profesores estaban bien preparados, pero lamentó que, pese a eso, hubiera habido tantas víctimas.
Redacción EC

En el día de San Valentín, mientras millones de personas a nivel mundial celebraban el amor, celebrara un funeral. El que el joven de tan solo 17 años Nikolas Cruz llevó a cabo en el instituto Stoneman Douglas, situado en Parkland (), cobró la vida de 17 personas, cifra que hasta ahora se lleva del caso.

Esta, aunque marque un menor número en comparación a otros tiroteos en Estados Unidos como el del instituto Virginia Tech (32) o Sandy Hook (27) o la superación a Columbine en 1999, pone sobre el tapete una de las discusiones más amargas para el país norteamericano por las vidas que se pierden y a la vez por la implicancia económica que esta conlleva.

Salarios perdidos, facturas médicas, impuestos más altos para la aplicación de la ley y valores de propiedad más bajos, entre otros factores son los que se ven afectados. Algunas estimaciones indican que la cantidad total anual de disparos superaba los US$100 mil millones, mientras que otros la elevaron aún más.

Según el estudio que desarrolló desde el 2012 hasta el 2015 Mother Jones, revista liberal norteamericana, el costo anual de la violencia con armas de fuego mortales y no mortales en los EE.UU. fue de US$230 mil millones, lo que representa el 1,4% del PBI total y el coste directo e indirecto de US$700 por persona.

El estudio también señala que alrededor de US$8,6 mil millones son costos directos, que incluyen atención de emergencia y cargos hospitalarios, las investigaciones policiales, los procedimientos judiciales, así como los costos de la cárcel.

US$169 mil millones se destinan al impacto estimado de la calidad de vida de las víctimas, en base a los premios del jurado por dolor y sufrimiento en casos de lesiones injustas y muerte, y el resto de US$49 mil millones representan la pérdida de salarios y gastos.

Pero también existe un lado comercial que se ve afectado. Según el informe de Urban Institute, se descubrió que las oleadas de violencia con armas de fuego en los EE.UU. pueden reducir significativamente el crecimiento de nuevas empresas minoristas y de servicios y ralentizar la apreciación del valor de viviendas.

En Minneapolis, por ejemplo, el informe encuentra por cada homicidio, de un año para el siguiente genera 80 empleos menos, mientras que el valor promedio de las viviendas en los distritos censales en el área disminuyó en US$22.000.

La institucionalidad de los tiroteos masivos ha llevado al país norteamericano a un reconocimiento de estos como un “hecho normal”, llegando a ser reconocidos incluso por los mismos .

MÁS VIOLENCIAS, MÁS FABRICACIÓN DE ARMAS

Por más que parezca extraño, tras cada suceso de tiroteo masivo en Estados Unidos, las ventas de armas tiende a optar un camino completamente al de la busca de paz porque terminan teniendo un efecto opuesto de aumento.

Las acciones de los fabricantes de armas . (RGR,+1,91%) y el fabricante Smith & Wesson (AOBC,+0,74%) aumentaron bruscamente en un 3% y 2% respectivamente justo después del tiroteo masivo en Las Vegas en diciembre del año pasado, donde fallecieron 59 personas y cientos resultaron heridas.

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