El sector inmobiliario de Sao Paulo está en su mejor momento.
Al caminar por la ciudad más rica de Brasil, es imposible evitar sitios de construcción que de repente dan vida a lotes anteriormente vacíos. En tan solo una calle de Itaim Bibi, el distrito financiero de la ciudad, cinco rascacielos están en construcción. Los diarios están llenos de anuncios de nuevos rascacielos cuyo público objetivo es casi cualquier persona con un sueldo estable.
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Y luego, están los corredores de bienes raíces. En algunos vecindarios, parecen estar en todas partes, esperando para atacar a cualquier transeúnte que pueda parecer un comprador potencial. Se esconden fuera de las panaderías y esperan en los semáforos, ofreciendo folletos que muestran grandes representaciones de edificios cubiertos de exuberantes plantas verdes o que ofrecen todos los servicios de un hotel de cinco estrellas.
El resurgimiento proviene de una combinación entre demanda reprimida después de años de crecimiento lento y tasas de interés en bajos históricos. Economistas indican que el auge de la construcción es una señal de que las cosas están cambiando, citando una tasa de expansión de la industria en el tercer trimestre que fue dos veces más rápida que el aumento del producto interno bruto. El repunte se produce después de 20 trimestres consecutivos de contracción para el sector.
Las constructoras comenzaron la construcción de más de 36.000 nuevas unidades residenciales, en su mayoría apartamentos, en Sao Paulo en los primeros 10 meses del año. Así, 2019 tendrá la mayor cantidad de proyectos nuevos desde al menos 2004, según Secovi, la asociación de constructores. Los precios promedio subieron 2% este año hasta noviembre a aproximadamente 9.000 reales por metro cuadrado (US$206 por pie cuadrado), según el índice FipeZap.
“2019 va a ser el mejor año” en términos de ventas y nuevos proyectos, dijo Emilio Kallas, vicepresidente de la unidad local de Secovi y director ejecutivo de la empresa de propiedad privada Kallas Incorporacoes e Construcoes. “Se está subestimando el efecto que tienen las tasas más bajas en la economía”.
Una caída dramática en las tasas de interés impulsó la demanda de hipotecas —el índice de referencia Selic ha pasado a 4,5% desde 13,75% hace solo tres años. Los nuevos préstamos inmobiliarios a personas totalizaron 78.400 millones de reales este año hasta octubre, un aumento de 9% en comparación con el mismo período del año pasado, y la tendencia se está acelerando. Octubre fue el mejor mes desde diciembre de 2016, según datos del banco central.
El auge, que ya es visible en Sao Paulo, pronto se sentirá en todo Brasil, según Eduardo Fischer, codirector ejecutivo de MRV Engenharia e Participacoes SA, la tercera constructora de vivienda más grande del mundo. Sao Paulo es el centro de desarrollo más grande de MRV, un mamut de 7.300 apartamentos y 51 torres para compradores de bajos ingresos, a un precio promedio de 230.000 reales.
"Sao Paulo tuvo una ventaja porque es un mercado más fuerte y ya está creciendo", dijo Fischer en una entrevista. "Sucederá en otras capitales y estados en el siguiente trimestre y años".
El cambio está atrayendo a inversionistas como Ed Kuczma de BlackRock Inc., que supervisa US$1.900 millones en fondos de capital latinoamericanos de la compañía, y está sobreponderado en constructoras de vivienda.
"El sector se encuentra en un momento único con bajas tasas de interés y precios de vivienda por debajo de los niveles máximos anteriores", dijo.
“La economía avanza hacia un importante punto de inflexión donde el sector privado es la principal fuente de crecimiento”, dijo Kuczma. “De todas las economías invertibles en América Latina, Brasil parece ser la que podría acelerar de manera más rápida el crecimiento del PIB en 2020”.