El agua embotellada será este año más popular que las bebidas gaseosas por primera vez en los Estados Unidos, debido a su comodidad… y al temor por lo que sale del grifo.
Las mayores compañías de agua embotellada de los Estados Unidos –Nestle Waters, Coca-Cola Co., PepsiCo Inc. y Dr Pepper Snapple Group- dicen que los estadounidenses abandonan las bebidas carbonatadas porque sus productos no tienen calorías y son tan portátiles como una lata de Mountain Dew.
Sin embargo, las expectativas de que las ventas futuras crecerán se relacionan con otra razón, menos positiva: el deterioro de la infraestructura.
La contaminación por plomo en Flint, Michigan; Washington, D.C. y Newark, Nueva Jersey, ha hecho que se concentre la atención en el deterioro de las tuberías de los Estados Unidos. Hacen falta por lo menos US$384.000 millones de mejoras para mantener y remplazar partes esenciales de la infraestructura de agua del país hasta 2030, según la Agencia de Protección Medioambiental de los Estados Unidos, EPA por la sigla en inglés.
El grupo ambientalista Waterkeeper Alliance estima que se gastan alrededor de US$1.400 millones por año, lo que significa que el país estaría actualizado en su totalidad para el año 2290.
“El temor hace que en lugares como Flint la gente opte por el agua envasada como fuente segura de agua para beber”, dijo Jane Lazgin, una portavoz de Nestle Waters North America, la mayor compañía de agua envasada. La fuente de la marca Poland Spring de Nestle se encuentra en Maine, mientras que su marca Pure Life es agua municipal filtrada.
MÁS CARA
Sin duda el agua envasada es mucho más cara que la del grifo y, sostienen muchos, mucho más perjudicial para el medio ambiente. Es un promedio de alrededor de 2.000 veces más cara que el agua corriente, dice Peter Gleick, presidente emérito y director científico del Pacific Institute.
Por otra parte, para fabricar la botella hace falta mucha agua, el triple de su contenido, según datos del Pacific Institute. Además, sólo el 30 por ciento de las botellas plásticas se recicla, estima la National Association for PET Container Resources.
Si el agua envasada despierta preocupación, sin embargo, los temores son más en relación con las sodas. El consumo per cápita de bebidas carbonatadas llegó en 2015 al nivel más bajo en 30 años, según Beverage Digest. Cada estadounidense beberá este año 103,7 litros (27,4 galones) de agua envasada, 4,5 litros (1,2 galones) más que de gaseosas, según Euromonitor.
La popularidad del agua envasada no ha afectado a la mayor parte de las compañías productoras de gaseosas porque muchas producen ambas cosas. El negocio de agua de PepsiCo y Dr Pepper creció a un ritmo de dos dígitos en el primer trimestre de 2016, mientras que el volumen de bebidas carbonatadas de PepsiCo declinó 2 por ciento. El volumen de soda Sunkist, A&W, 7Up y Canada Dry de Dr Pepper se redujo 3 por ciento en el período, según informes de la compañía.