Hace unos 10 años, una pregunta silenció al directorio de la empresa peruana Packaging Products, fabricante de las tapas corona, popularmente conocidas como chapas. ¿Cuál era el valor diferencial que entregaban a sus clientes distinto del precio?
Lejos de dejar la pregunta en el aire, la empresa –que a fines del 2000 dejó de ser parte de la gigante americana Crown Cork & Seal Company– creó un área de innovación que respondía directamente al directorio, cuenta Alfredo Merino, director y accionista. “Nuestro producto es un commodity y para sobrevivir en el mercado debíamos innovar. Y entendimos la innovación como la transformación del conocimiento en dinero”, recuerda.
Con un equipo de cuatro expertos de la empresa y la presión por resultados sobre sus hombros, se gestaron varios proyectos que involucraron hasta a su proveedor de acero, material responsable del 60% del costo de la tapa.
La iniciativa más importante fue la invención de la tapa más delgada del mundo, de 0,17 milímetros de espesor, que al emplear menos acero lograban ahorros compartidos por más de US$1 millón. El primer lote salió a la luz a fines del 2009.
Esta novedad fue patentada en 86 países y generó una nueva línea de negocio, basada en el conocimiento. También mereció el Premio Creatividad Empresarial en la categoría Cuidado del Medio Ambiente en el 2015. Ahora negocian la licencia de su producto en China y Centroamérica y desarrollan más iniciativas.