La brecha de accesos a Internet se ha ido reduciendo en los últimos años, sobretodo gracias a la intensidad competitiva entre los operadores de la telefonía móvil. No obstante, todavía existe un grupo importante sin cubrir con ninguna de las tecnologías disponibles.
AVANCES EN SERVICIOS FIJOS
A nivel de Internet fijo, según las cifras proporcionadas por Osiptel a marzo de 2018, existían 2,34 millones de conexiones en Perú. Para marzo del 2017 se tenían 2,15 millones de conexiones. Es decir, se han sumado aproximadamente 150 mil clientes fijos en el último año.
La media de crecimiento de conexiones fijas en los últimos tres años se mantiene en esos niveles (alrededor de 150 mil clientes) lo que significa que hay una evolución favorable constante de entre 7% y 10% anual.
La mejor noticia, empero, está en la evolución en la velocidad de navegación y la calidad del servicio de Internet fijo. Hace cinco años, en marzo del 2013, según Osiptel teníamos 1,5 millones de conexiones, de las cuales solo 12 mil tenían un servicio que superaban los 8 Mbps. Para el 2015 eran apenas 25 mil, pero a marzo del 2018 ese número se multiplicó, mínimo, por diez.
El reporte del regulador establece que hay 183 mil conexiones a Internet que tienen una velocidad mayor a los 8 Mbps y 154 mil que contratan más de 16 Mbps.
Esto es posible porque se ha evolucionado en el tipo de tecnología usada para conectarse. La mitad de las conexiones fijas hoy se realizan a través de la tecnología cablemodem. En el 2015 apenas eran un sexto de los clientes los que usaban dicha tecnología.
De dicho total, empero, la gran mayoría se sigue concentrando en Lima. Mientras en la capital se tiene 1,3 millones de conexiones fijas a Internet, en las otras ciudades de la costa como Arequipa y La Libertad cada uno tienen poco más de 120 mil conexiones. Y en Amazonas la cifra baja a solo 1.601.
INTERNET MOVIL
Con relación al servicio de Internet móvil, según Osiptel se tienen 21,2 millones de líneas al cierre del 2017, lo que equivale a un 69,2% de penetración del servicio. Esto significa que se han sumado alrededor de 800 mil clientes nuevos en el último año.
Si se considera la evolución del servicio en los últimos cuatro años (entre el 2014 y el 2017), tenemos que se ha casi duplicado la cantidad de conexiones, pasando de 11,4 millones a 21,2 millones. Esas cifras vienen a ser diez veces más altas que el nivel de usuarios fijos.
La proporción de penetración del servicio, empero, está más acentuada en la costa. La sierra y sobre todo la selva tienen menores niveles de penetración (diez veces menos que la capital, cuando menos) de telefonía móvil y, por ende, de los servicios de navegación vía celular.
DESFACE RURAL
Si bien se observan avances importantes en la penetración del servicio, los desfaces aun por cubrir siguen siendo evidentes si se compara la penetración en el interior del país frente a la capital.
Según la encuesta a hogares realizada por Osiptel todos los años, el acceso a Internet en zonas rurales viene creciendo en forma sostenida. En el 2015 estabamos en un 25% de penetración y se pasó a un 37% para el 2016. Los accesos se dan, informaron, fundamentalmente a través de los teléfonos móviles.
Estas estimaciones se acercan a lo que arrojan los reportes del INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática). Según ellos a nivel nacional hay una cobertura del servicio de Internet del 48,7% de la población de seis o más años de edad. Pero la cifra baja cuando se trata de medir el área rural: ahí la penetración es del 15,5%.
Gilat ha hecho un cálculo de cuantas son las poblaciones que no poseen ningún tipo de cobertura de comunicaciones, ni fijas ni móviles. Ellos estiman que asciende a 30 mil localidades, lo cual implica una población de 2,5 millones de peruanos desconectados.
Especificaron además, que en realidad existen más de 56 mil localidades, con unos 8 millones de peruanos, con conexiones escasas o muy endebles, como antenas 2G, las cuales no se pueden utilizar para conectarse a Internet.
La tarea pendiente es aun considerable, sobre todo porque en dichas zonas es muy complicado llevar las tecnologías tradicionales y se requiere uso de servicios satelitales, los cuales son por lo menos veinte veces más costosos.