Inés Temple

La verdad es que me quedé sorprendida por la excelente atención que Wilson –no es su verdadero nombre- me dio. Su actitud de servicio, su disposición a siempre tratar de resolver los retos de mi caso y su determinación para ayudarme a navegar la burocracia de la organización grande y compleja en la que trabaja me dejó asombrada. Y no pude evitar pensar en lo poco común que es encontrar personas que hagan tan intencionalmente bien su trabajo en ese sector.

Y es que en muchos lugares parecen haber perdido la mística del buen servicio al cliente –o de simplemente hacer bien su trabajo-. Las razones son muchas y podría escribir sobre todas ellas: los malos jefes que corroen el espíritu de sus trabajadores, las organizaciones que no son coherentes en tratar a sus empleados con el mismo respeto que tratan a sus clientes, los muchos cambios en las organizaciones, la poca inversión en la motivación de los equipos, entre otros.

Pero hay otra razón por la que muchos no asumen responsabilidad con su trabajo en general: no logran relacionar el impacto directo que tienen sus comportamientos, la calidad de su trabajo para su marca personal, reputación y nivel de empleabilidad. Es como si su actitud y su carrera caminaran por cuerdas separadas y así caen víctimas de esa prevalente mentalidad de esperar recibir antes que dar, la que corroe su espíritu y los resultados de su vida laboral.

Como antídoto a esa mentalidad, comparto las 5 ideas, sencillas pero brillantes que mencionó Jack Welsh -quien fuera uno de los lideres empresariales más reconocidos del mundo- cuando alguien le preguntó cómo podía avanzar sostenidamente en su carrera:

  1. “Cuidar nuestra actitud de servicio con el cliente interno y externo”. Eso es invertir tiempo, energía y buena disposición en la relación con colegas, jefes y especialmente con los clientes cuya satisfacción es potencialmente la gatilladora de nuestro éxito profesional.
  2. “Trabajar con pasión”. Nada como encender asertivamente nuestro fuego interno para dar lo mejor de nosotros con ganas y convicción, lo que impacta de lleno en nuestra imagen y reputación.
  3. “Hacer más de lo que nos piden”. Esto a muchos les resulta contradictorio, ¿por qué haría más de lo que se espera de mi – o de lo que me pagan por hacer? Pero hacerlo destapa oportunidades de avanzar, destacar, crecer y desarrollar perfiles y habilidades nuevas.
  4. “Expandir el tema con aportes propios”. Es investigar, hacer conexiones, aportar, mejorar, innovar, crear para hacer mejor nuestro trabajo en beneficio de todos -y de nuestra marca por supuesto.
  5. “Interesarse profundamente en los temas, no ser improvisado”. El desinterés, lo vano o frívolo se siente cuando alguien no se compromete y está allí para hacer lo menos posible. Lo que funciona es apostar de lleno por prepararse con seriedad y trabajar con dedicación.

Estas 5 ideas resumen brillantemente la ruta al éxito para quienes las viven a diario con convicción. Regresando a Wilson, le escribí una nota a su jefa felicitándolo y si alguna vez decide cambiar de trabajo, de él daré las mejores referencias como seguro lo harán muchos otros. Se las merece.

Inés Temple es presidente LHH DBM Perú y LHH Chile