El gobierno del Perú evaluará el tratado con China. (Foto: AFP)
El gobierno del Perú evaluará el tratado con China. (Foto: AFP)

El conflicto comercial entre EE.UU. y sus principales socios mantiene a los mercados cautelosos frente a un escalamiento que podría tener efectos significativos sobre el crecimiento de la economía mundial. Sin embargo, cabe recordar que antes de que empiece a escalar el conflicto comercial entre EE.UU. y China, ya se anticipaba una moderación en el crecimiento global, tendencia que se podría exacerbar si las medidas proteccionistas de EE.UU. siguen avanzando.

En particular, la economía china está bien encaminada en un proceso de rebalanceo en sus motores de crecimiento. Este implica moderar el crecimiento de la inversión y del crédito en ese país y apoyarse más en el crecimiento del consumo. De hecho, ambas variables vienen creciendo a su ritmo más bajo en 10 años.

Por un lado, el retiro del estímulo crediticio y la implementación de medidas regulatorias más estrictas para limitar el crecimiento de la deuda hipotecaria o de los gobiernos locales generó una desaceleración de la inversión –en particular, en infraestructura–. Por otro lado, algunos indicadores relacionados con el gasto de los hogares sugieren que el consumo también habría mostrado un menor dinamismo. De hecho, las ventas de ‘retail’ crecieron a sus menores tasas en 15 años.

A estas señales de moderación del crecimiento económico de China, se sumó la agudización del conflicto comercial con EE.UU. El 15 de junio se anunció una lista de productos chinos a ser gravados con aranceles en EE.UU. y desde el 6 de julio entró en vigencia la imposición mutua de aranceles entre EE.UU. y el gigante asiático.

La imposición de estos aranceles y el riesgo de un escalonamiento han impactado en las expectativas de crecimiento de China y de los países emergentes dependientes del comercio global. Como consecuencia, la caída de las variables financieras se exacerbó. Así, tanto los precios del cobre como del zinc cayeron (-12% y -21%, respectivamente) y los activos de las empresas chinas se redujeron (-7%). Además, el yuan se depreció con respecto al dólar (4%).

Hacia adelante se espera que el crecimiento de China continúe desacelerándose gradualmente. Esto, ya que el Gobierno ha anunciado que seguirá implementando medidas regulatorias –para moderar el crecimiento del crédito y la excesiva inversión–. Además, se espera que la demanda externa se modere en el mediano plazo.