¿Qué va y qué no va en este país?, por Juan Paredes Castro
¿Qué va y qué no va en este país?, por Juan Paredes Castro
Redacción EC

El desempeño macroeconómico de un país pequeño y abierto como el Perú depende de la buena o la mala suerte, es decir, de si el contexto internacional es bueno o malo, y de las políticas económicas. Varios trabajos del Fondo Monetario Internacional (FMI) han encontrado que en América Latina el efecto suerte da cuenta de más de la mitad del crecimiento del PBI.

¿Qué tal suerte tiene nuestro presidente PPK? Hasta ahora la suerte le ha sonreído. Si no lo creen, pregúntenle a Keiko Fujimori, Julio Guzmán o, incluso, a Ricardo Gareca.

El  ha sido bastante estudiado en nuestra economía, y a juzgar por el último informe de las  parece que ese efecto será positivo para nuestro Presidente.

La variable más importante para evaluar si tenemos suerte o no son los términos de intercambio (TI), la relación entre el precio de nuestras exportaciones y el precio de nuestras importaciones. Cuando suben los TI, buena suerte; cuando bajan, mala suerte. Según las cifras del FMI, los TI dejarían de caer con la fuerza del período 2010-2015 y se estabilizarían hacia los años 2020-2021. 

Las cifras para el Perú registran que, en el gobierno de García, los TI subieron en 40%, como sacarse la Tinka dos veces seguidas; mientras que en el gobierno de Humala se cayeron en 12%. Piña, Ollanta. Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), los TI se caerán en 2% este año, pero subirán en 1% en el 2017 y se estabilizarán en el 2018. Nada mal, PPK.

Entonces, el contexto internacional en el que operará PPK no será tan malo como el de Humala, pero tampoco tan bueno como el del suertudo de García.

¿Y cuál será el rol de las políticas económicas de la administración de PPK? 
Por un lado, la política monetaria seguirá funcionando con el piloto automático que supone el esquema de metas de inflación creado en el 2002, y no se espera que la tasa de interés de corto plazo se mueva. Por otro lado, luego de cuatro años de política fiscal expansiva, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) empezará en el 2017 con una reducción gradual del déficit fiscal, del 3% del PBI en este año a 1% en el 2021. La política fiscal será, entonces, contractiva. 

¿Y las reformas estructurales? Aquí me refiero a las políticas contra la informalidad o la eventual creación de un seguro de desempleo, me parece que hay mucho ruido y pocas nueces por lo que para hacer proyecciones podemos abstraerlos y no nos perdemos mucho.

En consecuencia, tomando en cuenta solo el factor suerte, dado que el efecto de las políticas macroeconómicas juntada con las mejores expectativas empresariales que trajo PPK puede ser neutral, debemos esperar que el crecimiento del PBI en el gobierno de PPK sea más alto que en el de Humala, pero de ninguna manera tan elevado como en el de García. PPK tiene suerte, pero imposible igualar a García

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