:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/VFLYEVWK7NBNFLT3RZ3G2MCK5M.jpg)
SILVIA MENDOZA MARTÍNEZ / @Menmarsi
La superposición de las rutas del Metropolitano 2 y de la línea 2 del Metro de Lima, y el innecesario cruce entre la avenida Gambetta y la segunda pista del aeropuerto Jorge Chávez son claros ejemplos de la necesidad de que la planificación y el desarrollo de la infraestructura de transporte de la capital del país pasen por una entidad centralizadora.
Pese a que este es un problema capital –el Banco Mundial estima en US$500 millones las pérdidas anuales en horas hombre– en reiteradas oportunidades las autoridades involucradas en el tema han hecho mutis o expresado su disconformidad con la iniciativa. Sin embargo la situación ha dado un giro de 180°, pues el MTC informó a este Diario que “es conveniente tener una autoridad única de transporte para Lima y el Callao”.
Si bien la comunicación parece escueta –hasta el cierre de esta edición el ministerio del jirón Zorritos no respondió nuestras repreguntas– es valiosa porque ya es una toma de posición frente al problema.
El sector solo detalló que “esta Autoridad de Transporte debería ser completamente autónoma con decisiones vinculantes, y sus atribuciones deberían estar enfocadas en la planificación y ejecución de proyectos destinados a la prestación de servicios de transporte público”.
Consultado al respecto, Gustavo Guerra-García, presidente de Pro Transporte, respondió que efectivamente el MTC y la Municipalidad de Lima coinciden en que se tiene que caminar hacia la autoridad única. “Hemos firmado la hoja de ruta de la Fundación Transitemos que establece que en algún momento debemos tener una autoridad única”, afirma.
¿Pero, qué animó al MTC a ir hacia esta decisión? Oficialmente no hay respuesta a esta pregunta. Sin embargo el desarrollo de la red del metro de Lima habría influido, porque la ampliación del metro implica que con cada línea se suma un operador nuevo a la red interconectada. Además esta en algún momento deberá integrar al Metropolitano.
¿Pero, cómo se interconectan líneas que tienen lógicas y equilibrios económicos diferentes? Según Christy García-Godos, jefa de Proyectos Ferroviarios de Pro Inversión, los contratos de las líneas 1 y 2 del metro incluyen cláusulas que obligan a los operadores a respetar las disposiciones que en su momento dé el MTC para garantizar una adecuada integración de medios de pago.
Pero no se trata solo de que los usuarios no acumulemos tarjetas por cada línea que entre en operación, sino que se tiene que definir un sistema de subsidios que permita a un usuario pasar de una línea a otra sin tener que abonar un pago a cada operador. Ello sin perjudicar los niveles mínimos de rentabilidad que asegura el Estado a los operadores del metro.
Guerra-García asegura que un primer paso lo dará este mes el municipio limeño, pues licitará el sistema de cobro de los corredores que desarrolla. Esa tarjeta –precisa– será compatible con los sistemas de pago de las líneas del metro.
El funcionario añade que “falta convencer al Callao” para que se pronuncie sobre la hoja de ruta. Trasladada la consulta, el Concejo del Callao se abstuvo de responder.
DETALLES
Voz oficial. Según el MTC, actualmente se desarrollan “labores de coordinación a través de la formación de equipos técnicos de trabajo entre las entidades involucradas, que permitan implementar un sistema de transporte integrado y eficiente”.
Pro Transporte. Para Guerra-García, la autoridad única de transporte debe tener un tinte netamente municipal, sin que ello implique que no haya representación del MTC.
Regulador. Ositrán comentó que la gestión y la planificación del sistema de transporte escapa a sus funciones y rol como regulador.
