Las últimas han sido semanas congestionada para Petro-Perú, con el anuncio de que la petrolera estatal no iría con Graña y Montero en la explotación de los lotes III y IV en Talara, la postergación de su cotización en la Bolsa de Valores de Lima, prevista para este año, la aclaración de que no dejará el negocio de GLP y la acusación de la ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, respecto a que los funcionarios de Petro-Perú le dieron información falsa al directorio de la empresa para obtener la aprobación del acuerdo con Graña y Montero.
En ese contexto conversamos con Germán Velásquez Salazar, flamante presidente de la petrolera, que señala que Petro-Perú continuará su proceso de integración vertical si encuentran negocios atractivos.
- ¿Cuál es su primera impresión de Petro-Perú?
Mi primera impresión es de orgullo. Estoy asumiendo el reto de dirigir, acompañado de un directorio fantástico, la primera empresa del país. El desafío es llevarla a las grandes ligas, es decir, a la internacionalización.
- ¿Qué opina de los recursos humanos de Petro-Perú?
Tiene técnicos con mucha experiencia y personal comprometido con la empresa.
- Le preguntamos esto porque la ministra de Energía y Minas ha señalado que la administración de Petro-Perú dio información errónea al directorio anterior. Pero Ud. dice que ha encontrado un personal comprometido.
Yo hablo del compromiso de todo Petro-Perú, no de particularidades o personajes puntuales.
- ¿La ministra se refería a gerencias y personas puntuales?
Claro.
- ¿A qué gerencias?
Mejor narro los hechos. La junta de accionistas me nombró presidente del directorio el 20 de marzo y ese día convoqué a un directorio extraordinario para el 23 de marzo. Allí requerimos la información que el directorio anterior había solicitado para evaluar el ingreso a los lotes III y IV [de Graña y Montero]. Pero la administración no tenía esa información. Es más, nos enteramos que el directorio anterior no había aprobado el ingreso a esos lotes.
- ¿No lo aprobó? ¿Qué hizo entonces?
Lo que hizo fue ‘autorizar’ que se comunique a Perú-Petro su decisión de participar [en ambos lotes], siempre y cuando se presentase el Joint Operation Agreement (JOA) y se cumpliera con la Ley 30130, que es el análisis de los pasivos contingentes. Y nos dimos con la sorpresa de que no existían esos informes. Entonces, convocamos otro directorio extraordinario.
- ¿Para que la administración desarrolle el sustento?
Así es. Allí, la consultora [TP Invest] y la gerencia financiera identificaron los pasivos contingentes entre los años 2017 y 2019, con algunas diferencias que nos llamaron la atención. Pero coincidieron en que el resultado era positivo para la empresa luego de cinco años. Sin embargo, cuando preguntamos qué inversión debía comprometer Petro-Perú, nos dijeron que US$1,5 millones para un lote y US$1,2 millones para el otro. No obstante, Graña y Montero había definido que Petro-Perú debía hacer un ‘cash call’ de US$5,7 millones en abril, más el 25% de US$15 millones en mayo-diciembre. Es decir, el triple de la cifra que nos fue proporcionada.
- ¿Qué explicación dio la gerencia?
Nos dijeron que sí habían recibido la carta pero que no la habían considerado porque era la expresión del operador [Graña y Montero] y que ellos creían que la inversión no debía ser tan alta. Nosotros no podíamos exponer a la empresa a ese riesgo. Por eso, el directorio decidió no ingresar a los lotes III y IV.
- Pero, ¿eso no podía afinarse luego? ¿Los cálculos tenían que ser iguales?
Todo contrato en el que Petro-Perú participe minoritariamente debe prevenir posibles contingencias o acciones por parte del operador. No digo que Graña y Montero haya tenido esa intención, pero así funciona el mundo empresarial. Si Petro-Perú tenía en su mapa de proyectos esos dos lotes, debió prepararse con anticipación.
- ¿Qué resolución ha tomado el directorio ante esta supuesta falta de análisis?
El numeral 4 del acuerdo que desaprueba la participación de Petro-Perú en ambos lotes, dice: “Se pondrá en conocimiento del órgano de control interno de la empresa los hechos observados por el directorio para que se efectúen las investigaciones e inicien las acciones contra los que resulten responsables”. Petro-Perú es una empresa y queremos que se gestione como tal, pero al ser una entidad pública tiene normas y actores donde acudir. En este caso, el camino es la Contraloría de la República.
- ¿Los gerentes serán removidos?
Esa es una decisión que tomará la Junta General de Accionistas. Esta nombrará al nuevo gerente, quien hará las propuestas que correspondan. Mientras tanto, la presidencia del directorio ha asumido la gerencia de la empresa.
- ¿Petro-Perú volverá a ser una empresa verticalmente integrada?
Estoy totalmente de acuerdo en que se integre hacia atrás y adelante. Voy a bregar con este tema aunque tenga objeciones en el camino. Consideramos que la principal política de Petro-Perú es hacer las cosas bien. Si tenemos la oportunidad de ingresar a un nuevo negocio, lo evaluaremos, y si podemos generar valor corrigiendo la norma del IGV en la selva, por ejemplo, también lo haremos.
- ¿Reclamarán el IGV de la selva?
Hemos planteado la propuesta al Minem. Nuestro encargo es presentar un proyecto inteligente, viable y sostenible.
- ¿Cuán rentable es para Petro-Perú el negocio de distribución de GLP?
El beneficio es pequeño, pero sería mayor si aplicásemos políticas especulativas. Por ejemplo, Petro-Perú fue quien sostuvo el abastecimiento de GLP para Lima cuando el puerto del Callao sufrió los embates del oleaje, en días previos. Esa pudo haber sido una oportunidad para elevar el precio y generar rentabilidad, pero ese no es el negocio de la empresa.
- ¿En qué medida esta integración vertical hacia atrás y adelante cumple con el principio de subsidariedad?
Es cierto el rol subsidiario, pero está en marcha la participación de capital privado en el accionariado de Petro-Perú. Desde ese momento ya le quitaremos el apellido de empresa pública. La idea es que se alínee con la Ley Sabarnes Oaxley, que define lo que una empresa debe tener para cotizar sus acciones.
- Supongamos que Petro-Perú accede al capital privado y los accionistas decidieran no invertir en el negocio del GLP porque genera un retorno de apenas 1%. ¿Qué sucedería?
En el caso hipotético de que ese escenario se presentara, convencería al directorio de seguir adelante diciéndole que Petro-Perú debe ser un ‘love mark’. Y que para ello tiene que llegar a la población, para que ésta sienta que la empresa piensa en ellos y los respalda.
- ¿Hay una lista de proyectos donde Petro-Perú podría participar sin menoscabo de la Ley 30130?
Tenemos un compromiso de U$2.730 millones [más US$800 millones de terceros] en la modernización de la Refinería de Talara. La preocupación obvia es que este proyecto se ejecute sin invertir un dólar de más y en el tiempo establecido. Esa es la prioridad, aunque en el camino podemos hallar oportunidades de negocio que mejoren los resultados económicos de la empresa. Pero ese análisis debe ser aterrizado rigurosamente, como corresponde a una empresa que quiere cotizar en la Bolsa de Valores de Nueva York.
- Entonces, ¿esperarán el informe final de Wood Mackenzie para evaluar los proyectos?
Tenemos que ser profesionales. No vamos a trabajar con los informes preliminares y exposiciones que hoy circulan. Se ha firmado un contrato con una consultora de mucho prestigio y faltan pocos días para que el reporte final se entregue. El 17 de abril es el día.
- ¿A qué lotes recomienda entrar el informe?
Los lotes 192 y 64 representan el 94% del valor presente neto supuesto. Las reales oportunidades en el upstream están en estos dos lotes.
- ¿Esperarán el informe para evaluar su ingreso al lote 192?
No. La evaluación de este lote es independiente del informe. En este caso será Petro-Perú quien presentará el JOA. No vamos a esperar que el operador lo presente.
- ¿Petro-Perú desarrollará el lote 64 de todas formas?
Es un activo que hay que capitalizar de la mejor manera. Pero, ¿ustedes sabían que Petro-Perú ya había rechazado su ingreso a otros lotes?
- Sabíamos que tenía interés en los lotes de Petromont.
Petro-Perú pudo haber participado en los lotes 57 y 58 de CNPC, que rechazo en julio de 2013. También rechazo su ingreso al lote 86 en octubre de 2014, y al lote 8 en febrero de 2015.