La competitividad del país sigue entre las peores, según el Ránking Mundial de Competitividad 2016, realizado por el IMD (Institute for Management Development) de Suiza en alianza en el Perú con Centrum Católica.
En la medición de este año, el Perú se estancó producto de los magros resultados alcanzados en los cuatro pilares que componen el ránking: desempeño económico, eficiencia en el gobierno, eficiencia en los negocios e infraestructura.
Entre los 61 países evaluados por el IMD, el Perú ocupó por segundo año consecutivo el puesto 54, resultado que implica un freno a la caída libre que experimentaba la competitividad del país, pues entre el 2013 y el 2015 pasamos del puesto 43 al 54. El mejor desempeño del Perú en la evaluación del IMD fue en el año 2008, cuando ocupamos el puesto 35.
Según Fernando D’Alessio, director general de Centrum, el puesto ocupado por el Perú se explica porque en el pilar “Desempeño económico” mantuvimos el puesto 50, en “Eficiencia del gobierno” pasamos del puesto 37 al 41, en “Eficiencia de los negocios” nos mantuvimos neutros (50), mientras que en el pilar “Infraestructura” subimos marginalmente un puesto (del 60 al 59).
“El resultado refleja lo poco que se ha trabajado por mejorar la competitividad del país. Por ejemplo, el resultado del pilar Eficiencia del gobierno revela un descalabro: retrocedimos cuatro puestos. Sin embargo, este resultado fue amortiguado por los retrocesos de otros países, lo que nos permitió mantener la misma posición en el ranking general”, explica D’Alessio.
Si se consideran los 20 factores –cinco por cada uno de los cuatro pilares- que integran el ranking del IMD, encontramos leves mejoras solo en seis, retrocedimos en 12 y mantuvimos la misma posición en dos.
A diferencia del ránking WEF –que mide el nivel de productividad de un país, principalmente, por medio de encuestas-, la metodología del IMD World Competitive Yearbook evalúa cómo una economía gestiona la totalidad de sus recursos y competencias a fin de incrementar el bienestar de su población.
La pérdida de posiciones relativas en el pilar que mide el desempeño gubernamental va en línea con contextos comunes en Latinoamérica. Arturo Biss, director del IMD World Competitiveness Center, explica que “el sector público continúa siendo un lastre sobre las economías latinoamericanas”.
Perú es uno de los siete países evaluados por el IMD en Latinoamérica. El puesto 54 obtenido este año ubica a nuestro país en la cuarta posición –detrás de sus socios en la Alianza de Pacífico: Chile (36), México (45) y Colombia (51)- solo por delante de Argentina (55), Brasil (57) y Venezuela (61).
Solo un escalón arriba
Otro pilar crítico para el desarrollo es Infraestructura, área en la que Perú figura en la posición 59; es decir que avanzó una posición. Si bien este pilar es el único en el que el país experimenta un ligero avance, seguimos en el fondo de la tabla si consideramos que la muestra es de solo 61 países.
A nivel de factores se ven los verdaderos problemas que podría estar escondiendo el resultado general: (a) En Infraestructura básica se retrocedieron cinco posiciones al puesto 58; (b) en Infraestructura tecnológica se mantuvo la posición 60; (c) en Infraestructura científica se avanzó una posición al escalón 59, (d) en Infraestructura para la salud y medio ambiente se retrocedió una posición al puesto 49 y; (e) en Infraestructura para la educación se avanza una posición hasta el 58.
Respecto a la Eficiencia en los negocios, hay que llamar la atención en que si bien mantuvimos la posición 50, una mirada a los factores refleja una fuerte pérdida de competitividad ya que retrocedimos en los cinco que componen este pilar. Adicionalmente, si se comparan los resultados de los últimos cinco años, vemos que retrocedimos 10 posiciones.