La inversión en grandes proyectos este año ascenderá a unos US$4.000 millones aproximadamente, un 30% menos respecto del 2016, calcula Apoyo Consultoría. Las cifras se condicen con la cautela que prima hoy en el Ministerio de Economía y Finanzas sobre la posibilidad de destrabar rápidamente los megaproyectos priorizados el año pasado luego del informe de la contraloría sobre la adenda del aeropuerto de Chinchero.
“Los [proyectos] duros [de destrabar] van a ser [la ampliación del aeropuerto] Jorge Chávez y la línea 2 del metro de Lima. El Estado ha incumplido obligaciones por demora en entrega de terrenos, lo que lleva a firmar adendas”, explica una fuente del MEF.
Y justamente en las adendas está el problema: el MEF percibe que ahora la palabra está mal vista y puede crear ruido político. Además, teme que las denuncias penales iniciadas por la contraloría tras su informe sobre Chinchero incrementen el resquemor de los funcionarios para firmar no solo adendas, sino aprobaciones y otros documentos.
Inversión que se espera concretar (en millones de dólares)
GRANDES TRABAS
“El ritmo [del destrabe] venía bastante más lento de lo esperado desde el año pasado. No era tan fácil como se pensaba al comienzo”, afirma Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE). El propio ministro de Economía, Alfredo Thorne, dijo a finales de abril que la visión inicial del Gobierno sobre el destrabe había sido optimista.
Ahora, el MEF señala que el destrabe no es algo fácil, pues implica un análisis riguroso de aspectos legales y económicos, a fin de impedir que decisiones apresuradas por la urgencia de avanzar con las obras impacten posteriormente en el fisco de manera perjudicial.
A los retos estructurales del destrabe se sumaron problemas muy notorios para avanzar con las obras: el Caso Odebrecht, el fenómeno de El Niño costero y, en la última semana, el controversial informe de la Contraloría sobre Chinchero. Pero en el Ejecutivo preocupa mucho un obstáculo al destrabe menos publicitado: la derogación en el Congreso el jueves pasado del decreto legislativo para facilitar el acceso y saneamiento de predios necesarios para los proyectos, a través de la creación del Proyecto Especial de Acceso a Predios para Proyectos de Inversión Priorizados (APIP). Los proyectos priorizados que enfrentan retrasos por problemas de predios representan una inversión total de US$6.250 millones, estima el Gobierno.
A través del APIP, el Gobierno también pretendía simplificar los procesos, ya que son muchas las entidades que están involucradas en los predios necesarios para los proyectos. Ahora el Ejecutivo podría presentar un nuevo proyecto de ley para que sea debatido en el Congreso.
Proyectos de inversión por sector involucrado (en millones; en verde, el número de iniciativas)
PROBLEMA PRIVADO
Pero las dificultades no pasan solo por trabas y temores en el sector público. Ante el ánimo destrabador del Ejecutivo, algunas contrapartes privadas habrían buscado mejorar su posición negociadora. Lo advierte una fuente del propio MEF, que afirma que muchas veces las expectativas de los privados sobre lo que el Estado puede ceder son demasiado altas.
“Piensa en incentivos: tu mensaje es que tu medida de éxito como Gobierno es destrabar proyectos con nombre propio. ¿Qué crees que va a hacer el que tienes al otro lado de la mesa? Te dobla la apuesta, como en el póker”, argumenta el ex ministro de Economía Alonso Segura. En otras obras trabadas, el problema del privado es que no termina de avanzar con hitos que están en su cancha. Por ejemplo, en diciembre pasado el MTC firmó la adenda necesaria para destrabar el proyecto del terminal portuario General San Martín, en Pisco. Sin embargo, a la fecha el concesionario no concreta el cierre de su financiamiento.
“El panorama del impacto del destrabe no pinta tan bien en el mediano plazo a menos que haya algún giro importante”, afirma Macera. “En mucho de esto hay responsabilidad compartida entre el Ejecutivo y otros, pero el punto es que todos estamos en el mismo barco”, concluye.
AVANCES
No todo es pesimismo, sin embargo. En el Ejecutivo pueden mostrar algunos avances, como la firma de las adendas de la Red Vial N°6 y la Autopista del Sol entre diciembre del año pasado y enero de este año.
Y ayer, en su participación en la gira de inPerú en Toronto, Thorne adelantó que la adenda para la construcción de la segunda pista del AIJCh podría firmarse pronto. “Está muy cerca de salir adelante”, dijo.
Esta visión positiva es compartida por el concesionario Lima Airport Partners. “Somos bastante optimistas respecto a las últimas conversaciones con el Gobierno y los nuevos representantes del MTC. Esperamos poder concretar muy pronto la firma de una adenda”, señaló LAP a El Comercio.