Scotiabank redujo su proyección de crecimiento para la economía peruana de 3,1% a 2,3% para este año, debido a la incertidumbre y tensión tanto a nivel global como interna que está afectando la inversión privada.
Asimismo, agregó que “muy probablemente, también esté afectando la capacidad del gobierno de ejecutar la inversión pública”. En su nuevo reporte, Scotiabank proyecta que esta pasaría de crecer -1,5% a 0,5%, en buena parte debido a que la caída en la inversión de gobiernos locales y regionales ha sido menor que en ciclos político-electorales pasados.
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La entidad explicó que el 2019 viene siendo un mal año para los sectores primarios –esperan que el PBI primario caiga 0,9%–, y que observan mayor riesgo en la inversión pública y privada. En contraste, lo que no estaría en riesgo es la estabilidad de precios y la fortaleza de los balances macroeconómicos.
Con respecto al precio de los metales, ajustaron su proyección de balanza comercial de niveles cercanos a US$5.800 millones a US$5.500 millones en el 2019 y a US$5.600 millones en el 2020.
En cuanto a la agroindustria, Scotiabank dijo que esta ha pasado por un periodo fuerte de crecimiento, con agroexportaciones aumentado 9% en el 2017 y 15% en el 2018. Para la entidad, este es un ritmo difícil de mantener y se presentan señales de desaceleración.
"Entre enero y agosto del 2019 las agroexportaciones solo crecieron 5%. Por tanto, es de esperar que la contribución del sector a la generación de empleo también desacelere.
Con respecto a los términos de intercambio, estos mejoraron a partir de julio tras caer 6% en la primera mitad del 2019. Scotiabank destacó además que existen razones para pensar que se está dando una mejorar en la productividad debido al cambio tecnológico.
“En el Perú se está viendo inversión en mejoras tecnológicas en diferente medida en diversas industrias, a la vez de la formación de nuevos formatos de negocios digitales”, precisaron.
Año 2020
En cuanto al crecimiento de la economía peruana para 2020, Scotiabank indicó que bajó su proyección de 3,7% a 3% en respuesta también a la incertidumbre tanto interna como externa que estaría afectando a la inversión privada. Asimismo, redujeron su estimado de crecimiento de la inversión pública, la cual pasaría de crecer 6,5% a 4,6%.
“El 2019 viene siendo un mal año para los sectores primarios. En cambio, el 2020 debe ser un año más normal para estos sectores (siempre que no haya un Niño). En el 2019 esperamos que el PBI primario caiga 0,9%, para luego crecer 2,7% en el 2020”, comunicaron.
El crecimiento del próximo año, explica la entidad, dependerá de cuánto van a crecer la inversión privada no minera y la inversión pública del gobierno central.
“Ambos son difíciles de pronosticar, especialmente en el estado de incertidumbre global y local que existe hoy. Pero, por lo mismo, no hay razones para ser muy optimistas. Hemos reducido nuestra proyección de la inversión privada de 4% a 1,1%”, precisó Scotiabank.
Es así que, afirma la entidad, la inversión no minera crecería cerca de 0%, en vez de 3%. “No estamos viendo señales en la demanda de crédito corporativo que nos indique una mejora en la inversión en los próximos dos o tres trimestres. Esto puede cambiar”.
Además, indican que, con la demanda interna creciendo a tasas bajas, las empresas no están presionadas para invertir con premura, y muchas de ellas pueden esperar a que se despeje la incertidumbre política y global del 2020.
“Si bien las empresas no han estado invirtiendo en aumentos de capacidad, muchas sí han invertido en tecnología. Ha habido cierta transformación y mejora de productividad escondida detrás de las bajas tasas de crecimiento, que aflorará de una u otra forma eventualmente”, señalaron.
No obstante estos datos, Scotiabank rescató que existe “mucho potencial para que la inversión pública crezca bastante más que 4,6% en el 2020”.
“Sin embargo, no somos optimistas en parte porque tememos que la tensión política y la confusión respecto de las elecciones adelantadas distraigan a las autoridades, de manera que no se le dé una mayor prioridad a la ejecución de los planes de inversión”, argumentó la entidad.
En cuanto a la proyección de consumo privado, Scotiabank redujo su cifra de 3,5% a 3,2%. “Durante los últimos dos años el consumo privado ha sido uno de los pilares de crecimiento, en buena medida gracias a que unos pocos sectores intensivos en mano de obra han mantenido cierto dinamismo en la economía, incluyendo la agroindustria, la inversión minera, el turismo y la construcción inmobiliaria”.
Asimismo, para la entidad, construcción se ha mantenido “bastante resistente” y esperan que siga liderando con un crecimiento de 4,8% en 2020.
Con respecto a la inversión minera, señalaron que en el 2020 seguirá creciendo la inversión en el sector, en respuesta principalmente a Quellaveco, pero sólo 8%, por debajo de los ritmos de 26% y 19% en el 2018 y 2019. “Por tanto, su contribución al empleo será menor”, subrayaron.
En medio de la incertidumbre política que se vive actualmente, la entidad destacó que se requiere una mejora en la gestión pública. "[Esto] llevaría a aumentar la inversión pública, y, por tanto, la demanda interna, alentando la inversión privada, el empleo y el consumo”, dijeron.
Finalmente, resaltaron que “de la mejora en la gestión pública dependerá si en el 2021 crezcamos 3% o menos, como en años recientes, o aceleramos para crecer 5% o más”.