William Rosales es un coleccionista que ha convertido su casa en un espacio dedicado a la veneración de “Star Wars”. Ha tenido en su poder una réplica a escala natural de Han Solo congelado en carbonita, la imagen icónica de “El imperio contraataca”, pero luego la vendió, muy a su pesar, para comprar la del cazarrecompensas Boba Fett, uno de sus personajes favoritos. Ahora espera adquirir una figura de Darth Vader de edición limitada que es tan alta como él.
Rosales es un fanático que ha visto cientos de veces las películas y que puede citar de memoria diversos diálogos, pero también es el gerente general de Oleo y de Blending, dos empresas del sector de combustibles y químicos, y antes por más de diez años estuvo a cargo de diferentes operaciones de Shell en Latinoamérica. Y es en cada uno de estos espacios laborales, y en algunas conferencias, donde ha compartido su fanatismo por la historia creada por George Lucas a través de lecciones de liderazgo y gestión.
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“No lo intentes. Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes”. Esto le dice Yoda a Luke Skywalker, durante su entrenamiento para ser jedi cuando lo reta a sacar una nave hundida en un pantano, solo con el poder de la mente que aún no domina.
La relación del maestro y el aprendiz es uno de los puntales de “Star Wars” y si llevamos esta situación al terreno empresarial –explica Rosales–, Yoda sería el mentor, un gerente con experiencia en varias batallas, que tiene frente a él a un ejecutivo con mucho potencial a quien comienza a enseñarle lo que conoce sin alterar la esencia del joven porque sabe que va ser muy poderoso.
“Existen talentos a los que identificas y son difíciles de manejar. Y es difícil porque tienes que retarlos constantemente o se aburren. Eso te obliga también como jefe a retarte”, dice Rosales.
Los fanáticos de “Star Wars” se reconocen y si comparten el mismo ambiente laboral, pueden consolidar una peculiar cultura organizacional. Si uno hace un determinado gesto o dice una frase de la película, inmediatamente se comprende el concepto.
Es una forma que Rosales ha encontrado para comunicarse con sus colaboradores dependiendo de la situación. “Si dices como Yoda: tienes que desaprender lo que has aprendido… se entiende que uno debe pensar fuera de la caja y enmendar el camino”.
¿Qué es la Fuerza llevada al escenario empresarial? Para William Rosales es el grado de poder que tienes para influir en tus equipos. “Es eso que puedes transmitir, que es pura energía, y que transmitido de una manera o de otra reconoces como un espaldarazo o una patada. El líder tiene que controlar eso. El liderazgo es el buen uso de la Fuerza”.
Uno de los conceptos de “Star Wars” que mejor funciona para generar un buen ambiente de trabajo es el equilibrio, el balance en la Fuerza. “En las organizaciones tenemos personas de diferente perfil, pero las más reconocibles son las ejecutivas y las planificadoras, y unas no son más que las otras”, dice. “A veces nos llegamos a especializar tanto que solo podemos hacer algo, pero sin los dos no existe equilibrio en una empresa. Se necesita de ambos y el trabajo de un jefe está en unir piezas y sacar lo mejor de ellos”.
Dependiendo de la situación en la empresa se reconocen gerentes que pueden ser como un consejero Yoda, un atemorizante Darth Vader que supervisa y persigue el cumplimiento de los objetivos sobre cualquier cosa, y hasta un cordial y protocolar C-3PO.
“El miedo es el camino hacia el lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento”. Esta frase conduce el destino de Darth Vader en la saga, y Rosales la asimiló cuando tuvo que desactivar algunas empresas y tenía que manejarlo de tal manera que la noticia no agobie al personal. Tenía que partir por eliminar el miedo. Y lo hizo planteando el peor escenario pero con un año de anticipación.
“Con eso se anuló la incertidumbre, el equipo se tranquilizó, porque sabía a qué se enfrentaba, y en ese último año se produjo el doble”. Para tratar estos temas no se debe estar en una galaxia muy lejana.