El presidente de la República, Martín Vizcarra, dijo el viernes que China podría asociarse con Bolivia y Perú en un proyecto ferroviario intercontinental que había sido descartado hace casi tres años por ser muy costoso.
En una breve entrevista con Reuters en el avión presidencial, Vizcarra agregó que China podría seguir siendo un socio natural para ayudar a financiar y construir el proyecto, porque probablemente compraría los bienes que el ferrocarril transportaría hacia un puerto en la costa sur del Pacífico en Perú.
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“Nosotros estamos interesados, Bolivia está interesado, más aún (...) pero veamos, porque entre los dos falta un tercer socio para que pueda sacar y hacer realidad ese proyecto”, sostuvo Vizcarra.
Al ser consultado sobre si China podría ser ese socio, el mandatario dijo: “Podría ser, porque claro, podría ser el comprador de productos. Tendría que ser un socio que esté interesado, que se beneficie de este proyecto. Entonces podría ser. ¿Es el único? No”.
China propuso hace varios años un ferrocarril para unir la costa atlántica de Brasil con la costa del Pacífico de Perú para ayudar a reducir los costos de importación de las materias primas de América del Sur.
Pero en 2016, el gobierno peruano se mostró reacio con la estimación de China de que el costo del proyecto podría alcanzar los US$60.000 millones, incluyendo los US$35.000 millones del tramo peruano.
Desde entonces, Bolivia, que no tiene salida al mar, ha tomado la iniciativa en revivir las conversaciones sobre rutas alternativas que pasarían por su territorio, lo que le ayudaría a reducir su dependencia de Chile para sus exportaciones.
En diciembre, Lima estimó el costo de su tramo del proyecto revisado en alrededor de US$7.500 millones.
El costo “era elevado (...) vamos a ver nuevamente, porque desde esa fecha, se ha seguido trabajando los estudios, entonces ahora podemos hablar pero con estudios más desarrollados, entonces tendremos mayores elementos de juicio para tomar decisiones”, agregó el mandatario.
El mes pasado, Perú se unió a la ambiciosa iniciativa de infraestructura “La Franja y la Ruta” de China, pese a las advertencias de Estados Unidos en contra de que las naciones latinoamericanas estrechen sus vínculos con Pekín.
Vizcarra afirmó que el Perú seguiría siendo socio fuerte de ambas potencias.
“Hay una competencia de hegemonía a nivel global, y la vemos, la comprendemos, la respetamos. Pero nosotros no tomamos partido de ello y para nosotros son países que trabajando juntos podemos generar inversiones y proyectos de desarrollo para nuestro país”, dijo Vizcarra.
China superó a Estados Unidos como el mayor socio comercial de Perú hace años, en gran parte gracias a sus importaciones de cobre y otros minerales del país sudamericano, el segundo mayor productor de cobre del mundo.
Pero la producción peruana de cobre se ha visto afectada en parte por la resistencia de las comunidades locales a grandes proyectos. Vizcarra dijo que aún no hay suficiente apoyo por parte de las comunidades aledañas para iniciar la construcción del demorado proyecto Tía María, de Southern Copper, valorado en US$1.400 millones.
El proyecto, una mina de cobre que produciría 120.000 toneladas por año y que se vio afectado por violentas protestas en 2011 y nuevamente en 2015, podría enfrentar por lo menos otro año de retraso si el Gobierno no emite una licencia de construcción antes de que expire en agosto un permiso ambiental.