Tauro del Pino perteneció a una importante generación ilustrada de la mitad del siglo XX en la que destacaron intelectuales como Juan Mejía Baca y Estuardo Núñez.
Tauro del Pino perteneció a una importante generación ilustrada de la mitad del siglo XX en la que destacaron intelectuales como Juan Mejía Baca y Estuardo Núñez.

Por: José Ragas
​Mucho antes de que las bibliotecas personales se redujeran considerablemente y los televisores se impusieran como los muebles por excelencia, las enciclopedias ocupaban un espacio privilegiado de las salas y viviendas peruanas. No era raro encontrarlas en algún lugar visible. Sus varios volúmenes se imponían por sobre el caos de objetos desparramados en las habitaciones. Eran ajenas al visitante indiferente y a improvisados predecesores de Marie Kondo que buscaran descartarlas de antemano. Después de todo, las enciclopedias implicaban una inversión considerable y era menester exhibirlas en público, mientras eran asiduamente consultadas en privado.

Una de estas era la Enciclopedia ilustrada del Perú, editada por Alberto Tauro del Pino. Nacido en el Callao, el 17 de enero de 1914 y fallecido el 18 de febrero de 1994, Tauro del Pino era un historiador dentro de una estirpe de intelectuales hoy ya extinguida, los mismos que definieron las principales líneas del pensamiento nacional en el siglo XX. Entre estos figuraban académicos, editores y escritores, como Estuardo Núñez, Juan Mejía Baca, Augusto Tamayo Vargas, Guillermo Lohmann Villena, José María Arguedas, entre otros.

Tauro del Pino estudió en San Marcos, donde posteriormente sería catedrático. Tuvo un rol importante en la reconstrucción de la Biblioteca Nacional luego del incendio de 1943. Reunir el conocimiento sobre el país de forma tal que pueda ser accesible a lectores de cualquier edad fue un reto que ocupó gran parte de su vida. Apenas puedo imaginar el esfuerzo y la paciencia que lo llevaron a organizar las miles de entradas y a ofrecer información tan detallada que haría ruborizar hoy a Wikipedia o, en su momento, a Encarta.

Dada la vastedad de la obra de Tauro del Pino, voy a centrarme en su Enciclopedia, a 25 años de su partida.

—La Enciclopedia—
Los seis tomos de la Enciclopedia aparecieron en 1987, publicados por Peisa. Se hallaban divididos alfabéticamente, con una letra pequeña y estaban sobriamente ilustrados. El subtítulo revelaba la ambición de su autor: “Síntesis del conocimiento integral del Perú, desde los orígenes hasta la actualidad”. Con sus 2.500 páginas, incluía una visión bastante completa del país, desde su fauna, la flora, hasta los lugares geográficos y las personalidades más notables que habían transitado por el territorio. La primera entrada estaba dedicada a ábaco y cerraba la obra con Nicolás Yerovi. Para incorporar esta vasta información, Tauro tuvo que desarrollar un sistema propio de notación cronológica y diversas abreviaciones. La obra se convirtió en fuente de consulta obligada, por lo cual no debe sorprender que al año siguiente se imprimiese una nueva edición.

La Enciclopedia fue el resultado de décadas de investigación y búsqueda de información. Mientras la preparaba, Tauro del Pino buceaba en los archivos, editaba colecciones de documentos, traducía y rescataba desconocidos recuentos de viajeros y escribía en la prensa, poniendo su inmenso conocimiento al servicio de un público más amplio.

Hace poco releí un artículo que había publicado en El Comercio, en 1958, sobre la historia de Lima, y me sorprendí por la extraordinaria capacidad de sintetizar información que no estaba disponible en otros textos. En apenas mil palabras, había resumido lo que a cualquier mortal le tomaría años en archivos y como mínimo una tesis doctoral.

La Enciclopedia es más que un libro en sí mismo. Tuve la oportunidad de trabajar en el grupo que la actualizó y reeditó en 2001 en una edición a color y en diecisiete volúmenes que se vendían semanalmente con El Comercio. Fueron varios meses de trabajo arduo, buscando actualizar las entradas biográficas en una época en que la web no había desarrollado sus capacidades y había que llamar a las familias o visitarlas para obtener la información necesaria. Así pude consultar los ejemplares personales de Tauro, y ver sus anotaciones a lápiz, pensadas para futuras ediciones.

No deja de sorprenderme que todo ese trabajo de equipo lo haya realizado una sola persona.

Edición de la Enciclopedia publicado por Peisa junto con El Comercio.
Edición de la Enciclopedia publicado por Peisa junto con El Comercio.

—Erudición versus Wikipedia
Reducir la obra y la presencia de Tauro del Pino a su Enciclopedia sería injusto, considerando su extensa presencia en el mundo intelectual peruano, si bien su vasta obra no siempre fue conocida o apreciada en su magnitud. Tan solo reunir y editar sus artículos en la prensa sería de enorme utilidad para investigadores y público en general.

Al igual que sus contrapartes de papel, la Enciclopedia de Tauro del Pino es hoy una reliquia, en todo el sentido de la palabra. Con suerte, es posible aún encontrarla en Mercado Libre o en algún puesto de jirón Quilca, a precios que reconocen su estatus de obra única o que la consideran como algo obsoleto y que debe venderse tan rápido como sea posible. Es casi seguro que no tendremos una obra como esta en el futuro. En estos tiempos de inmediatez digital, muy difícilmente alguien asumirá la tarea de comenzar a recopilar y verificar información de un espacio tan complejo como el Perú.

Por eso mismo, espero que alguna institución pueda digitalizar adecuadamente la Enciclopedia y la ponga en acceso abierto. No sería tan solo un homenaje a su autor y su inmenso aprecio por el conocimiento y por el país. Sería también un enorme servicio a las futuras generaciones, como una alternativa seria de poner a su disposición información verificada en un momento donde cada vez parece más difícil distinguir los datos verdaderos de los falsos.

Alberto Tauro del Pino.
Alberto Tauro del Pino.

El camino de Alberto Tauro del Pino
En el puerto

Nació en el Callao el 17 de enero de 1914. Estudió en el colegio La Inmaculada y en la Universidad de San Marcos.

Vida académica

En 1940 se doctoró con la tesis Presencia y definición del indigenismo literario.

Bibliografía
Otras publicaciones: Navidad en la literatura peruana y Esquividad y gloria de la Academia Antártica.

Para ver: 
El Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA) le rindió homenaje a uno de sus socios fundadores quien es nuestro homenajeado de la semana. 

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