Publican biografía que acaba con algunos mitos sobre Salinger
Publican biografía que acaba con algunos mitos sobre Salinger

“Mi padre odiaba los cumpleaños, los días festivos y casi cualquier celebración planificada o culturalmente obligatoria, y ciertamente odiaría este centenario, pero le encantaba escribir y amaba a sus lectores, y espero que sus lectores estén contentos con una excusa para recordarlo”, dijo Matt Salinger a través de un comunicado a propósito de los 100 años que habría cumplido su padre, Jerome David Salinger, el pasado 1 de enero del 2019.

Esta declaración solo aviva la leyenda de Salinger, un autor que dedicó su vida a huir de la fama que le deparó su novela El guardián entre el centeno, publicada en 1951, y convertida de inmediato en obra de culto. Tras el éxito, el escritor, nacido el 1 de enero de 1919, se recluyó en una granja de Cornish, New Hampshire. Ahí permaneció aislado hasta su muerte, el 27 de enero del 2010.

Salinger en su granja, en  Cornish, con Emily Maxwell, una de sus amigas más cercanas.
Salinger en su granja, en Cornish, con Emily Maxwell, una de sus amigas más cercanas.

—Explorando en el centeno—
El guardián entre el centeno representó un cambio brutal en la forma de ver la adolescencia. Tal vez la obsesión del ser humano de percibir idílicamente aquella etapa de la vida contribuyó al éxito de esta novela en la que el cinismo y el desprecio por el sistema son los protagonistas.

Lo cierto es que la prensa y los seguidores de la novela hicieron lo posible por acercarse a Salinger, y este hizo lo imposible por mantenerlos a raya. A pesar de sus esfuerzos, hubo quienes lograron romper de alguna forma esa barrera para contar la vida del escritor. Una vida que —según él— no merecía ser contada.

El primer intento por desafiar la reclusión que se había impuesto el escritor, lo realizó en 1988 Ian Hamilton, quien publicó En busca de J. D. Salinger, libro originalmente compuesto por decenas de cartas que el autor había enviado a diversas personas. Pero, cuando Salinger se enteró de lo que se planeaba hacer con sus cartas, interpuso una demanda para que estas no se publicaran. Y ganó. El juez consideró que, si bien las cartas eran de los destinatarios, el texto de las mismas seguía siendo de Salinger. Hamilton tuvo que rehacer su libro y usó las cartas solo como base, pues no podía reproducirlas.

El año 2000, el escritor vio su privacidad traicionada cuando su propia hija Margaret publicó El guardián de los sueños, un libro en el que contaba cómo su padre se encerraba a escribir en el granero ignorando completamente a su familia.

Otros fracasaron ruidosamente en su tentativa por acercase a un autor tan difícil. Esto sucedió con Salinger, un documental producido y dirigido por Shane Salerno y estrenado en el 2013, y cuya esperanza de éxito se basaba en las 150 entrevistas que reproducía y en la promesa de mostrar “a los amigos, colegas y miembros del círculo más íntimo de Salinger que nunca antes han hablado ante cámaras, y a los videos, fotografías y otros materiales que jamás han sido vistos”, en palabras de Salerno.

¿El resultado? Sí aprovecha un material inédito —que abunda, teniendo en cuenta el celo que tuvo el escritor en vida con su privacidad—; sin embargo, saca a relucir todo lo que Salinger siempre odió: que la gente hablara de él y no de su obra. Pero esto no bastó para hacer del documental un producto exitoso, pues la crítica no le fue favorable. Metacritic le dio al documental 37 puntos de 100.

A Salinger le ofrecieron más de una vez llevar El guardián entre el centeno a la pantalla y él se negó. Sin embargo, sí hay una película que el escritor autorizó realizar sobre la base de un cuento suyo. Se trata de la olvidada El tío Wiggily en Connecticut (1949), de Mark Robson. No sabemos si quedó contento con el resultado, pero nunca más autorizó una adaptación. Rechazó propuestas de Billy Wilder y de Steven Spielberg, nada menos.

Pero con su bendición o sin ella, hay más intentos de llevar su vida y obra a la pantalla. Por ejemplo, Persiguiendo a Holden (2001), una película que cuenta de forma bastante aburrida y convencional cómo un estudiante de secundaria busca a Salinger al identificarse con el personaje de su novela más emblemática. Y Rebelde entre el centeno (2017), intento de biopic a partir del libro J. D. Salinger: una vida oculta, escrito el 2010 por Kenneth Slawenski, es otra película cuyo resultado no es feliz.

Es cierto que proponer una aproximación cinematográfica a un escritor tan enigmático e idolatrado como Salinger no es sencillo. Sin embargo, es curioso que los resultados de los intentos realizados hasta hoy le den la razón a Holden Caulfield, protagonista de El guardián entre el centeno, quien dice del séptimo arte “ni me lo menciones”.

Para ver:
En el 2013 se estrenó un documental del destacado escritor que te invitamos a ver. 

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