La tarde del martes 25 de febrero pudo ser fatal para un niño de ocho años. Lo único que había hecho era cruzar la avenida Encalada, a la altura del cruce con Chancas, sin prestar atención al agujero de una acequia que ha sido un peligro para los vecinos desde hace años. El pequeño tuvo que ser rescatado ya que la fuerza de la corriente casi acaba con su vida.
“Yo tuve un hermano mayor que tenía tres años cuando cayó en esta acequia hace años. Fue arrastrado por la corriente y falleció”, relató Rolando Quispe, el hombre que salvó de las aguas al menor de edad en el distrito de Santa Anita.
A pesar de que el incidente ocurrió ayer alrededor de la 1 p.m., hasta el cierre de esta nota ningún representante de la municipalidad distrital se acercó al lugar para cerrar el agujero y así evitar otra tragedia.
Los vecinos que viven en las inmediaciones del cruce de las avenidas Chancas, Andahuaylas y Encalada reiteraron su pedido para que la alcaldesa Leonor Chumbimune tome cartas en el asunto.