Los dos policías asesinados por los delincuentes en el distrito del Rímac, en lo que significó el inicio de una espectacular persecución que se desarrolló en al menos tres distritos y que terminó en Breña, serán ascendidos de manera póstuma.
El ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, lamentó la muerte del suboficial superior Oswaldo Romero Zevallos y el suboficial de tercera Joel Eber Sánchez Anaya, quienes fueron baleados en el Rímac por los delincuentes que minutos antes le habían robado 10 mil soles a un cambista.
Pérez Guadalupe indicó que los agentes son considerados “héroes de la Policía” y que los responsables serán condenados con la mayor pena posible. Durante la presentación de los detenidos se detalló que los agentes fueron acribillados en la calle Bentín en el Rímac sin que estos pudieran percatarse del ataque.
Tras disparar contra los agentes en el Rímac, los delincuentes huyeron pero la persecución continúo por el distrito de Cercado de Lima, hasta que en Breña, a la altura de la cuadra 12 de la avenida Arica, la camioneta marca Audi en la que se desplazaban los hampones chocó contra otro vehículo. En este lugar también se desató una balacera que dejó un agente herido.
El General César Gentille se refirió a la presecución que inició en el Rímac e informó que el suboficial herido Fernando Garro Muñoz se encuentra fuera de peligro y que los detenidos son Jean Paul Romero de la Vega (28) y Abner Benjamín Olivera Quijandria (24), quien tiene antecedentes por homicidio. Ellos fueron capturados en Breña.