Definir a quien podemos conocer en varias facetas es complicado, más aún cuando nos centramos en sólo uno de sus mundos: la pintura. Todo lo que rodea a Diana es arte, y su trabajo, es artístico. Lo plasma de distintas formas y lo muestra en cientos de maneras. Diana crea, dibuja, diseña, pinta, y lo hace bien. Black Star nos espera para mostrarnos su mundo.
Manejar sus tiempos, sin mucha presión, y con cierto grado de libertad, es una de las ventajas que se puede tomar Diana en su trabajo. Aun así, cuando nos recibe, la encontramos pintando, como lo hace desde hace ya algunos años. Un estudio acondicionado para su labor la rodea: libros, fotografías de Frida, Sábato, así como juguetes y calaveras. Suena también buena música, quizá algo de Charly García, o tal vez Radiohead. Ella sigue pintando.
¿Cómo comenzó todo tu trabajo artístico como Black Star?
La primera vez que pinté unas zapatillas fueron para mi hermana, quería hacerle un regalo especial para que la acompañe siempre. Ella y las zapatillas fueron andando, la gente preguntaba y comenzaba a hacer pedidos. Después comencé a pintar polos, ropa para bebés, y ahora, por ejemplo, se me ocurre pintar instrumentos musicales, por si es que algún músico se anima.
Actualmente, ¿cuál es el trabajo que realizas?
Me bauticé como Black Star para firmar mis proyectos como artista visual, es mi nombre artístico. Uno de los proyectos por los que más me conocen es por customizar zapatillas, trabajo que realizo hace cinco años, aproximadamente. En paralelo, me encuentro ilustrando un hermoso y divertido cuento que pronto saldrá impreso. Y como diseñadora y publicista, trabajo como independiente brindando asesoría gráfica y creativa para diferentes agencias y clientes particulares.
¿Cómo es tu sistema de trabajo? ¿Cómo te contactan y cuánto tiempo puedes demorar en tus trabajos?
Generalmente las personas me contactan por mi fan page. Conversamos sobre lo que les gustaría que les pinte en las zapatillas; a veces tienen ideas definidas, otras quieren homenajear a un artista o a una banda, a sus mascotas, algunas quieren que represente un sentimiento o sueño... Las posibilidades son infinitas. Algunos simplemente me dicen que pinte lo que yo desee. Es ahí donde mi trabajo de investigación empieza y me convierto en una "stalker" de sus perfiles en Facebook y veo lo que postean, como se expresan, se visten, etc.
- ¿Qué tienen los botines Converse que son más versátiles para poderse pintar?
Las Chuck Taylor, además de ser un clásico que todos deberíamos tener en el closet, son de muy buen material. Su versión clásica de lona tiene algodón en su componente y eso hace que las pinturas que uso se fijen para siempre.
- ¿Qué es lo más particular que te han pedido pintar?
Todos los trabajos son especiales y creo que los más especiales son los que pinto para mí. Algunas veces me han pedido que repita diseños. Nunca acepté repetir, así sea un homenaje a alguien. Cada zapatilla es única y tiene detrás una historia. Tienen detalles y símbolos que se colocan en el diseño, eso las hace únicas.
- ¿Alguna vez han intentado copiar tu trabajo?
En 2013 pinté unas zapatillas a una amiga sobre su equipo favorito, la “U”. Ella solía ir al estadio con esas zapatillas y más allá de la atención que generaba por donde pasaba, luego me comentó que había visto en una página de venta por internet fotos de las zapatillas, y que las ofrecían como mercadería. Mucha gente me dijo que reclame, pero, de alguna forma, es bonito que la gente quiera copiar mi trabajo. A mí me queda la tranquilidad de saber que la gente que me contacta, valoran el hecho que las zapatillas sean pintadas por mí.
- ¿Llevas algún registro de cuántas zapatillas llevas pintadas?
Desde que comenzó todo, hace más de 5 años, sé que son más de 100. Ahora he perdido un poco la cuenta, pero, el número va por ahí.
- Y las que usas sólo tú, ¿cuántas son?
Tengo 7 pares de zapatillas pintadas por mí. Las uso de acuerdo a mi estado de ánimo, están principalmente relacionadas a la música. Mis preferidas son las de Charly García.
- ¿Qué es lo que más te gusta de lo que haces?
Cada par de zapatillas tiene una historia detrás. Para mí, es siempre interesante saber el motivo por el cual me contactan, pues ninguno es igual al otro. Yo disfruto mucho de conocer tantas personas, y tan diferentes, gracias a mi trabajo. Muchas de ellas, con el tiempo, incluso se han convertido en nuevos amigos.
- Cuéntame alguna anécdota de algo que te haya pasado en tus procesos de pintado
Hacia finales del 2013 empecé a recibir un mensaje, segmentado en diferentes fotos de mis trabajos, en mi fan page. Por ejemplo, en una foto apareció un primer comentario: "¡Las zapas te quedan pisteras!" en otro "Y yo acepto un intercambio". Luego "Calzo 42". Y en la última, que era una zapatilla dedicada a Charles Chaplin, decía: "¡Me encanta esta!" Cuando me fijé de quién se trataba descubrí que era Liniers, el excelente dibujante argentino. Al final del mensaje, Liniers me proponía hacer un intercambio de obras y así lo hicimos cuando vino de gira. Es un tipo espontáneo y muy creativo con todo lo que hace. Me cayó de maravilla.
- ¿Qué te gustaría hacer y aún no lo has hecho?
Incluir nuevos materiales y técnicas para customizarlas. Es lo próximo que haré.
- ¿Qué proyectos tienes en mente para el futuro?
Pintar la segunda edición de mi proyecto "Trotamundos". El primero se trató de una serie de 10 pares de zapatillas inspiradas en mis bandas y cantantes favoritos. Disfruté mucho de eso y ahora, para la segunda edición, quiero homenajear a mis directores de cine preferidos. Sin duda pintaré unas inspiradas en "E.T. El Extraterrestre", otras de "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos". Infaltable "La Naranja Mecánica” y… Ya se sorprenderán con lo demás.
*Publicado hoy en diario El Comercio (A20)