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LOURDES FERNÁNDEZ CALVO
Tiene 25 playas en 18 kilómetros de extensión y sus malecones y acantilados están divididos en seis de los distritos con mayor afluencia turística de Lima. Sin embargo, la Costa Verde aún no es ese balneario soñado donde los visitantes no solo esperan disfrutar del sol, sino de cada uno de sus rincones, a cualquier hora del día.
Hoy el circuito de playas, muy lejos de su naturaleza original, sirve como vía rápida para los limeños. “Está pensada para el transporte privado y no se ha priorizado al ciudadano”, afirma el decano del Colegio de Arquitectos del Perú, José Arispe, mientras observa la fila de autos que luchan por cruzar las playas de Miraflores.
¿Cuál es la receta para cambiarle el rostro a la ribera limeña? Los especialistas coinciden en que la solución pasa por el apoyo del Estado y de la inversión privada. “Se vienen los Juegos Panamericanos del 2019 y la Costa Verde debería ser el lugar emblemático y turístico de la ciudad. Habría que empezar hoy mismo”, precisa Arispe.
Un estudio del 2007 de la Autoridad del Proyecto Costa Verde propuso convertir esta parte de Lima en un balneario recreativo y de calidad como los de Ecuador, Brasil y Chile. La inversión bordearía los US$1.200 millones (cerca de S/.3 mil millones). Este monto incluía la construcción de diez funiculares, escaleras eléctricas, restaurantes adyacentes al acantilado y otros servicios.
Calculadora en mano, el arquitecto Jorge Ruiz de Somocurcio defiende la iniciativa: “Es solo la sexta parte de lo que el gobierno va a invertir en la línea 2 del metro, que unirá Lima y Callao [US$6.500 millones]”, dice el urbanista.
Es decir, se necesita 13 veces más que los S/.220 millones que la actual gestión municipal de Lima ha invertido en el proyecto Costa Verde para Todos para mejorar la infraestructura vial y peatonal del balneario.
UN SOLO MALECÓN
Ruiz de Somocurcio cree que a la Costa Verde le falta ser homogénea. Convertirse en un gran malecón con servicios turísticos y de recreación como parques, cines, restaurantes y centros comerciales por encima de los acantilados, así como teleféricos y funiculares para conectar las partes alta y baja. “No hay que perder de vista la conexión con el Callao. La Costa Verde no es una isla, hay que integrarla” , comenta.
Según Arispe, la recuperació n de la franja debe iniciarse en San Miguel, donde hoy solo hay desmonte y el mar no es amigable. Con la ayuda de espigones se pueden recuperar hasta 200 metros de playa. “Con un buen tratamiento del suelo se puede sembrar áreas verdes”, dice.
San Miguel, Miraflores y Barranco están dispuestos a hacer el esfuerzo. Salvador Heresi, alcalde de San Miguel, dice que la construcción de un acuario nacional por parte del Ministerio de Vivienda revalorará su malecón. En Miraflores se anuncia la construcción de un teleférico en la playa Los Delfines para inicios del 2015. Y en Barranco, la comuna anuncia la recuperación del Puente de los Suspiros y la Bajada de Baños.
CIFRAS
130 MIL
Vehículos circulan por la Costa Verde los fines de semana. En toda la extensión del circuito de playas no hay paraderos para taxis, lo que ocasiona congestión vehicular en horas punta.
9 MLLS.
De visitantes recibe por año el Malecón 2000 de Guayaquil, Ecuador, que cuenta con juegos para niños, áreas de descanso y ejercicio, restaurantes y bares. Además, tiene el Teatro IMAX-Malecón 2000.
