Además del notable repunte de casos, hospitalizados y demanda de camas UCI de las últimas dos semanas, la confirmación de la expansión de la variante brasileña del COVID19 en Lima podría prolongar aún más la presencia de la segunda ola de la pandemia que se vive en la país.
Luego de 50 días de la detección del primer caso local, la variante conocida como Brasil P.1 –confirmada a mediados de enero en la ciudad de Manaos– infecta a casi 4 de cada 10 nuevos pacientes en la capital, y sube al 63% en los distritos de Lima este.
Los pocos estudios que se han realizado sobre ella señalan que es más contagiosa –entre 1,5 y 2 veces más que la forma original–, pero aún se desconoce si es más letal. Actualmente ya está presente en unos 25 países.
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En detalle
¿Cómo afectará la curva de contagios a nivel nacional? Pablo Tsukayama, investigador principal del laboratorio de genómica microbiana de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), señala que debido a esta característica la variante brasileña en poco tiempo podría convertirse en la versión dominante del COVID-19 a nivel local.
“Probablemente en uno o dos meses sea el 80% o 90% de los casos. Es de esperarse que se convierta en la forma predominante a menos que aparezca otra”, explica.
Por lo pronto, su presencia coincide con un fuerte aumento en la transmisión de la enfermedad. En un informe publicado ayer, este Diario informó que desde el 15 de marzo el promedio diario de infecciones pasó de 5.800 a casi 7.800, según la Sala Situacional COVID-19 del Minsa. El 24 de este mes, la cifra diaria se elevó a 11.260, la más alta de toda la pandemia.
La expansión de la variante ha estado relacionada con el recrudecimiento de la pandemia en Brasil, que ayer superó las 3 mil muertes diarias y los 100 mil contagios diarios por el virus.
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La ruta del contagio
La aparición de la variante P.1 en el país habría empezado en enero; pero los primeros casos detectados se confirmaron el 4 de febrero en Loreto, Huánuco y Lima Metropolitana. Según un comunicado emitido ayer por el Instituto Nacional de Salud (INS), ésta habría tenido un impacto diferenciado en los primeros lugares por donde pasó. Mientras en Lima representa el 40% de los nuevos contagios y afecta a la mayoría de distritos, en la región amazónica esta cifra baja a 8,1%, pese a su cercanía con Brasil.
En una entrevista con El Comercio, el médico infectólogo Juan Carlos Celis dijo que el impacto de la segunda ola en Loreto, determinado por la variante, había sido un tercio de la primera ola. El mes más crítico fue febrero, pero su incidencia ya se estaría desplazando hacia zonas como Yurimaguas, San Martín y Ucayali.
“En febrero se reportó en la frontera de Loreto, tras unas semanas llegó a Lima y pasarán otras más hasta que crezca en la capital. No sabemos si está en otras regiones, no hemos muestreado”, anota Tsukayama.
Si bien aún no se ha comprobado una relación causal con el recrudecimiento de la pandemia a nivel local, este Diario pudo comprobar que desde febrero las muertes totales registradas en el Sinadef superaron el récord de la primera ola en los distritos más golpeados por la variante (Ate, Lurigancho, El Agustino).
Asimismo, en lo que va del año la positividad de las pruebas moleculares ha superado el 30% en los distritos de Lima este, el valor más elevado en comparación con otras zonas de la capital.
Rastreo a ciegas
El aspecto más importante para detectar si más variantes están presentes en el país es la vigilancia genómica. Pero el especialista de la UPCH señala que actualmente se han muestreado solo mil genomas, es decir, menos del 0,1% de casos oficiales.
En el Reino Unido, país que hace mayor secuenciamiento, esta proporción se encuentra entre el 8% y el 10% de los casos.