El administrador de la discoteca Perikos, ubicada en la urbanización Chacarilla de Otero, San Juan de Lurigancho, descartó que la noche del sábado haya ocurrido alguna gresca dentro del local de baile previo al asesinato de Carlos Enrique Burgos Gonzales (23), hijo del alcalde de ese distrito, Carlos Burgos Horna.
Manuel Esquén precisó que personal de seguridad revisó a todos los asistentes y se cercioró de que nadie ingrese con armas de fuego. “Desconocemos lo que haya pasado como a 50 metros del ingreso a la discoteca. Ni siquiera sabíamos que la víctima era hijo del alcalde”, refirió Esquén.
Dijo que se enteró de lo sucedido cuando los policías entraron a la discoteca a pedir documentos cuando se estaban desinstalando los equipos de sonido. El local no cuenta con cámaras de seguridad pero sí una de las empresas que está ubicada al frente. Estas habrían captado el movimiento que se produjo antes del crimen.