Elecciones 2016: Los rostros de la voluntad popular

En cada elección hay siempre circunstancias parecidas. El domingo 10 de abril, Rómulo Vargas –un albañil de Apurímac que radica desde los 10 años en la capital– se levantará a las 7:00 a.m. y cruzará medio Lima para elegir al próximo presidente. El viaje desde Villa María del Triunfo hasta su local de votación en Carabayllo le toma tres largas horas. Esa es la rutina que cumple hace treinta años cada vez que le tocó elegir a una autoridad.

No hay cifras de los limeños que cruzarán la ciudad para cumplir su deber cívico, pero hay de los que votarán por primera vez. Según el Reniec, 902.011 jóvenes limeños se estrenarán en esta elección. Uno de ellos es Elio Villafuerte, un estudiante de Ingeniería de Sistemas de 18 años que aún no decide su voto. Lejos de sentirse entusiasmado por su estreno en la vida política del Perú, dice que irá “para no pagar la multa”. Luego, explica que no le atrae la política, porque los candidatos en vitrina no le convencen.

Distinto piensa doña Lila Peramás. El 26 de abril cumplirá 90 años y sus ganas de sufragar siguen intactas. Votar ya no es una obligación para los mayores de 70 años. Aun así, Lila irá este domingo acompañada por su nieta a elegir al próximo  mandatario. ¿Por quién votará? Aún no lo sabe. Esta semana lo decidirá. “Me gusta votar por el candidato que me llega al corazón [aunque] siempre haya terminado decepcionada de ellos”. Esa es la sensación de una mujer que marcará una cédula hasta que “las fuerzas” se lo permitan.

MÁS ROSTROS
Inclusión y respeto a los pueblos originarios le pide a quien salga elegido Rafael Manzanedo, un español nacionalizado peruano en el 2003 y que este 10 de abril votará.

“Si debajo de la avenida Javier Prado hallaran petróleo, creo que nadie aceptaría destruirla para explotarlo. Pero claro, no es la Javier Prado, sino la casa de campo de nuestro vecino que vive a muchos miles de kilómetros. La consulta previa debe ser imperante”, opina este médico veterinario que vive en Barranco. Él ya decidió su voto y espera que los peruanos elijan con responsabilidad, pensando en que los problemas del resto del país son distintos e igual de importantes que los de la capital.

Liliana Ramírez tiene 39 años y es invidente. Ella ingresará a la cámara secreta y le dictará el voto a su hermana. Todavía no decide por quién votará; sin embargo, tiene una opinión más clara sobre lo que considera de primordial atención por la máxima autoridad del país. “Hay que dar más accesibilidad a las personas con discapacidad”. Agrega que se necesitan más programas del Estado para hacer la vida más sencilla a los que viven con una limitación física. 

Lee también: