Estudiante que mató a joven quiso mostrar crimen a sus amigos
Estudiante que mató a joven quiso mostrar crimen a sus amigos

“Nos encariñamos un poco y yo le di un abrazo. En ese momento solo pensaba en qué iba a hacer. Nos pusimos a jugar Play Station. No sabía qué hacer. Pensaba en ahogarla, tomarle fotos, avisarle a mis amigos, decirles ya la maté, qué más quieren, y esconderla para que no la encontraran nunca más”, fue la terrible confesión del universitario Erik Espinal Hernández (20) sobre los momentos previos al asesinato que perpetró contra María Elena Chumbimune Anyosa (20), en .

Ante los agentes de la División de Homicidios de la Dirincri, Espinal dijo, incluso, que no quería que Chumbimune sufriera tanto. Horas antes la joven había llegado a la casa de él, en citado distrito, donde ambos compartieron una cena.

El ataque fatal, como ya se ha informado, ocurrió cuando María Elena Chumbimune estaba dentro del auto de Erick Espinal, en el sótano del edificio donde este vivía. El general PNP José Luis Lavalle, jefe de la Dirincri, detalló que ahí el estudiante intentó acercarse para tener relaciones sexuales pero ella se negó.

“Tan solo me puse nervioso y comencé a golpearla para que se desmayara. Ella seguía ahí, seguía luchando. Yo la seguía golpeando pero después de una hora de tratar de desmayarla, no pude”, manifestó Espinal a la Policía.

El oficial PNP precisó que los golpes que asestaba el universitario eran con los puños y logró que ella disminuya su resistencia. Según informó Cuarto Poder, en ese momento la joven fingió que iba a aceptar el encuentro sexual para intentar huir, pero ello enfureció aún más al agresor.

“No me quedó opción, agarré el cuchillo y comencé a clavárselo en su cuello, tres veces cada diez minutos, porque ni se desmayaba ni nada, y de ahí murió. Tuve que pensar en un lugar pero no tenía dónde dejar el cuerpo. Quería ir a San Juan de Lurigancho para mostrarle el cuerpo a mis ‘patas’ y ahí iba a dejar el carro, pero no tenía mucha gasolina”, le dijo Espinel a los agentes.

El general Lavalle refirió además que ya tenían sospechas del estudiante desde que los investigadores vieron el video de la cámara de seguridad que grabó cuando el cuerpo era arrojado en San Borja. En esa línea, remarcó que cuando Erick Espinel estuvo la primera vez frente a los agentes, no pudo ocultar los rasguños que la joven le había hecho tratando de defenderse.

“En las uñas de la joven también había sangre, indicativos que se había defendido”, indicó.

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