La casa ubicada en la cuadra 25 de la calle General Córdova en Lince fue la primera que se le incautó al prófugo Gerald Oropeza. El llamado ‘Tony Montana’ había adquirido meses antes una propiedad hoy valorizada en medio millón de dólares a un precio mucho menor, apenas US$160 mil. Pero lo que más sorprende es que antes esta fue comprada de manera irregular y medio de un escándalo de firmas falsas a nada menos de 800 mil intis.
La historia se inicia en 1995 con la muerte de Laura Estremadoyro Bustamante de Páez, dueña del inmueble de 255 metros cuadrados. Zoila Jiménez y su hija María Isabel a cuidaron de ella y esta en agradecimiento les heredó la casa antes de su muerte.
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“Cuarto Poder” reveló que Laura Estremadoyro no hizo testamento. Lo único que dejó fue un documento en el que escribió su último deseo.
Zoila y María Isabel vivían allí sin contratiempos hasta que, se enteraron, vía judicial, que la casa había sido adquirida por el policía en retiro y abogado, Marco Antonio Vásquez Matto, quien aseguraba haberla comprado a la mismísima Laura Estremadoyro Bustamante de Páez, en 1990 en 800 mil intis.
Según la memoria 1991 del MEF, el tipo de cambio promedio en 1990 fue cercano a los 200 mil intis por dólar, por lo que de haberse vendido en esa época habría costado cuatro dólares.
Lo curioso es que el policía reclamó la casa como suya recién en 2012, es decir 22 años después. Además, según los documentos Laura Estremadoyro, con 73 años a cuestas, habría ido hasta la ciudad de Chiquián, en Ancash, para hacer la supuesta venta.
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Otro dato importante es que el notario que validó la compra fue Pablo Velásquez Julca, quien en el 2001, fue despedido de su cargo por falsificación de documentos.
Con la casa de Lince legalmente a su nombre, el policía en retiro, Marco Antonio Vásquez Matto, vendió inmediatamente el inmueble a Gerald Oropeza López a 160 mil dólares.
Zoila y María Isabel fueron desalojadas de la casa donde cuidaron de su jefa y hoy viven en a la casa de una amiga. Han denunciado a Marco Antonio Vásquez Matto y Gerald Oropeza. El paradero de ambos es desconocido.
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