Redacción EC

 
 
 
Jóvenes dirigentes habían asegurado que la manifestación iba a ser pacífica y el ministro del Interior, Daniel Urresti, manifestó que policías no iban a tener armas. Sin embargo, la segunda marcha contra el régimen laboral juvenil -conocida como 'ley pulpín' terminó con un violento enfrentamiento en la .
 
Más de seis horas después de que se iniciara la segunda movilización, cientos de manifestantes retornaron a la plaza con la intención de realizar un pronunciamiento. Sin embargo, todo terminó en una violenta gresca con la policía.

El enfrentamiento se inició cuando algunos revoltosos intentaron ingresar al jirón de La Unión, que estaba bloqueado por un cordón de agentes así como todo el contorno de la referida plaza. Los custodios respondieron lanzando intentando así disuadir la protesta.

Ello provocó aún más a los manifestantes quienes recurrieron a piedras y todo objeto contundente que hallaron a su paso para atacar a los policías. Incluso, con el fin de obtener proyectiles, algunos optaban por romper algunas gradas de la Plaza San Martín.

La disputa concluyó cuando la masa fue dispersada y con la detención de algunos de los manifestantes.

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