Huaicos en Lima: Barreras pueden ceder ante robo de piezas

Toneladas de rocas del tamaño de autos permanecen clavadas a la tierra desde hace 30 años en la quebrada El Pedregal, como buques varados que ya nadie puede remolcar. Llegaron arrastradas durante la cadena de huaicos que cayeron en Chosica en marzo de 1987 y hoy forman parte del paisaje.

Fue calificado como uno de los peores fenómenos en la historia del país: 20 asentamientos humanos destruidos, más de 100 muertos y 1.052 viviendas dañadas, 521 con pérdida estructural y 531 anegadas. Quedaron 3.000 personas en la calle.

Debieron pasar tres décadas para que el Gobierno decidiera implementar un sistema de protección antihuaicos, pese a que ya se utilizaba en Europa desde inicios del siglo XX para frenar avalanchas de nieve: las barreras geodinámicas de acero.

Fue en marzo del 2016 cuando se instalaron 22 de estas en nueve quebradas de Chosica. Estas barreras pueden contener toneladas de piedras que caen a más de 60 kilómetros por hora, y evitar que la escena de El Pedregal se repita en otros lugares. 

Según la Autoridad Autónoma del Agua (ANA), este proyecto en Chosica está entre los sistemas de barreras de acero instaladas más grandes del mundo.

–La otra cara–

Con este paso en la protección contra huaicos, también llegó el vandalismo.

En las barreras instaladas en las quebradas El Pedregal y Castilla se registró el robo de unas 40 piezas. En la primera se perdieron 26 piezas, entre grilletes, cables y sujeta cables. En la segunda quebrada se sustrajeron 10 grilletes y otras secciones de las mallas.

“La función de los grilletes es sujetar, como grapas, los enormes cables de acero que soportan el peso de las mallas y el material que sostiene”, dijo el ingeniero civil Augusto Alza, gerente técnico corporativo del Grupo TDM, empresa que colocó las barreras metálicas por encargo de la ANA. Alza añade que el robo de estos elementos aumentan el riesgo de que este sistema deje de cumplir su función. 

“Los factores de seguridad con que están diseñadas y construidas las barreras disminuyen y, por lo tanto, aumenta el riesgo”, dijo.

Estas vallas emplean la energía de deformación para contener el paso de los deslizamientos. Como un efecto bolsa, las barreras de acero de alta resistencia están configuradas para contener las enormes rocas de los huaicos y evitar pérdidas humanas y materiales. 

Por la altura y las condiciones geológicas, es difícil acceder a la zona donde fueron colocadas estas barreras (que incluso debieron ser instaladas con ayuda de helicópteros). Pero si los vándalos logran acceder a estas y robar todos los grilletes, que pueden ser retirados solo con grandes cortapernos, las consecuencias ante un huaico serían mortales. 

Una barrera geodinámica de 60 metros de largo, como la que fue instalada en la quebrada Carosi, puede contener 1.944 m3 o 5.000 toneladas de piedra.

A través del área de prensa, la Municipalidad de Chosica dijo que se está reforzando el trabajo con las juntas vecinales y el serenazgo.

“Se van a adquirir drones para que ante cualquier alarma de personas sospechosas se pueda actuar para evitar estos robos”, se anunció.

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