El domingo pasado, El Comercio publicó un informe sobre la preocupante situación que enfrenta el distrito de Punta Hermosa. Desde hace más de 5 años, 2.000 hectáreas han sido invadidas por traficantes de terrenos, extractores informales de material de contrucción, colegios que no tienen autorización, chancherías clandestinas y otros negocios, a solo pocos minutos del balneario.
Crónica: Punta Hermosa: un distrito mutilado por mafia de invasores
El alcalde de Punta Hermosa, Guillermo Fernández, acusó a tres instituciones de haber permitido esta posesión ilegal.
Una de estas entidades es Sedapal, que estuvo a cargo de estas tierras hasta el 2014 para implementar el proyecto de irrigación Mesías. Este terreno había sido declarado intangible para esta obra hidráulica, que nunca se inició.
“Había seguridad de Sedapal y controles de ingreso, y sin avisar a nadie retiraron la vigilancia y llegaron miles de personas a invadir las tierras”, dijo Fernández.
Sedapal dijo a este Diario que no se pronunciará y que el tema estaría en manos de la Superintendencia Nacional de Bienes Estatales.
Otras dos entidades involucradas son la Municipalidad de Santo Domingo de los Olleros (Huarochirí) y la UGEL Cañete. Ambas estarían intentando legalizar la invasión, según el alcalde.
Santo Domingo de los Olleros dijo que hay un problema limítrofe en esa zona y admitió que vecinos de su distrito sí se han asentado allí.