Limeños a favor de castigar al acosador sexual callejero
Limeños a favor de castigar al acosador sexual callejero
Redacción EC

Un beso volado. Un comentario sobre nuestro cuerpo. Alguien que nos interrumpe el paso y se masturba. Una mano que, en la calle, bus, aula u oficina busca rozarnos. Para miles de limeños, algunos o todos esos enunciados constituyen acoso y deberían sancionarse. Sin embargo, nuestra ley solo condena los dos últimos, pues tocar a alguien o exponerlo a intimidades sin su deseo no deja espacio para la duda. No es no.

El desencuentro entre lo que los ciudadanos esperan de sus normas y lo que sí está penado como actos contra el pudor se evidencia en una encuesta de El Comercio realizada por . El sondeo, hecho luego de que el Consejo de Ministros propusiera incluir los tocamientos indebidos en el Código Penal, revela que si bien el 87% de limeños está a favor de penalizar el acoso callejero, un 27% cree que las sanciones más drásticas no reducirán el problema.

“No se esperan cambios porque abordar a alguien con alguna intención sexual, así nuestro acercamiento no sea solicitado por esa persona, es visto como normal. Incluso estaría justificado, por ejemplo, por la ropa que usa la mujer a la que se aborda”, explica Carlos Bromley, psiquiatra del .

Un estudio de junio de este año, realizado también por Ipsos Perú para este Diario, respalda lo dicho por Bromley: 65% de los encuestados dijo que una mujer se expone si luce sensual cuando sale a la calle. Asimismo, el 55% admitió que pensaba que el piropo bonito de un desconocido debería agradar a cualquiera.

VALORES TRASTOCADOS
Para Elizabeth Vallejo, coordinadora del Observatorio Virtual de Acoso Callejero, la “normalidad” con que se entienden los actos contra el pudor parten –y se nutren–de la violencia sexual. En las sociedades, este tipo de violencia nace de la ausencia de valores, la falta de oportunidades para una buena calidad de vida y una desatendida política de salud mental. 

“El acoso revela las relaciones de poder, la imposición de los deseos de unos sobre otros, en especial sobre las mujeres”, precisa Vallejo.

A la fecha, la única iniciativa legal para tratar de frenar el acoso en la vía pública, mediante su tipificación como delito, es el proyecto de ley de la congresista Rosa Mavila (Acción Popular-Frente Amplio). Sin embargo, como ocurre con la iniciativa ministerial sobre los tocamientos indebidos, la propuesta continúa en trámite para su debate y aprobación en el Congreso.

ESTRATEGIA EDUCATIVA
Desde que en mayo pasado la actriz denunciara que un hombre se masturbó detrás de ella en el Metropolitano, varios especialistas coinciden en que la única solución para erradicar el acoso sexual es reeducar a la población en el respeto hacia los demás.

“Un enfoque penal, que mande a todos los acosadores a la cárcel por igual, solo hará que las cárceles estén más llenas”, opinó el abogado penalista Luis Lamas Puccio.

La psiquiatra María Elena Vivanco coincidió con Lamas en que la sanción –impuesta luego de cometida la agresión– no garantiza un cambio de actitud, pues la conducta y los valores se forman en los primeros años. 

“El respeto a los demás, independientemente del género, se enseña desde el nido. Los peruanos tenemos que volver a aprender que nadie tiene derecho a invadir ni atentar contra el cuerpo de otro”, explica la especialista. 

Una revisión al currículo educativo actual en los colegios públicos confirma lo dicho por Vivanco: la convivencia y el respeto son parte de las enseñanzas, mas no una prioridad.

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