La Molina recibirá dinero para ampliar Javier Prado este mes

La tortura tiene nombre en Lima: Javier Prado. Esta congestionada avenida es intransitable en hora punta por el intenso tráfico vehicular que presenta a diario. Uno de sus recorridos más críticos se ubica entre el óvalo Monitor y el óvalo Huarochirí, en La Molina.

Línea 2 del Metro: ampliarán Javier Prado ante plan de desvíos http://t.co/kt0SYtReJ2 #LaMolina pic.twitter.com/W8pfzXpyoa— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) Mayo 12, 2015

Esta situación empeoró en mayo último, cuando el inicio de la construcción de la línea 2 del metro de Lima en la Carretera Central obligó a los autos particulares a desviarse por la avenida Javier Prado. Es decir, se incrementó su carga vehicular.

Ante ello, el municipio de La Molina creó un plan de mitigación en dos etapas.

AMPLIACIÓN DE 3 A 4 CARRILES

En el tramo de la avenida Javier Prado entre el trébol de Monterrico y el óvalo Huarochirí (5,5 km) se planea aumentar el número de carriles, para lo cual se reducirán las bermas centrales. Además, se planea la instalación de semáforos inteligentes en la vía y su adecuada sincronización para generar olas verdes.

El alcalde distrital, Juan Carlos Zurek, explicó que esta intervención se dará también en las avenidas La Molina y Los Frutales, ambas transversales a la Javier Prado. “Esta etapa requiere una inversión de S/.32 millones que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) debe transferir antes del 18 de agosto próximo”, dijo.

Sin embargo, la ampliación de carriles solo resolvería el problema a corto plazo. Varios expertos han coincidido en que esta solución vial, paradójicamente, atrae a los autos particulares, con lo que produce un mayor tráfico vehicular. Se puede hacer una analogía entre las avenidas y las tuberías de agua: mientras más amplia es la tubería, mayor es la cantidad de agua que pasa.

Para Lino de la Barrera, experto en transporte, este fenómeno vial se presentará si no se realiza una adecuada gestión del tránsito en las vías transversales que alimentan el tráfico de la avenida Javier Prado. “La congestión puede trasladarse a las calles aledañas, donde los conductores pugnarían por ingresar a la vía más amplia”, agregó.

Sobre la semaforización inteligente, el principal reto es generar una sincronización precisa en los 5,5 km de la vía intervenida. Si esto no se logra, se pueden crear tiempos muertos que retrasen la fluidez del tránsito, los cuales podrían generar una congestión en varios kilómetros de la Av. Javier Prado.

Bajo esa premisa, las olas verdes son más efectivas en avenidas de un solo sentido como Petit Thouars o Arenales, indicó Félix Cabrera, especialista en planeamiento vial. “Para lograr la sincronización de los semáforos en la Javier Prado, se debe analizar primero la dinámica vial de las calles y avenidas que la cruzan”, agregó.

PASO A DESNIVEL EN ÓVALO MONITOR

La segunda etapa del plan de mitigación contempla la construcción de un ‘by-pass’ elevado en el óvalo Monitor, aledaño a la Universidad de Lima. Este proyecto requiere una inversión estimada de S/.90 millones. El financiamiento también estará a cargo del MTC. La municipalidad tendría listo el expediente técnico en octubre próximo.

Según el alcalde Zurek, el proceso de construcción de esta obra vial demoraría ocho meses sin interrumpir el tránsito de la avenida Javier Prado, ya que se construirá en turno de noche y a tiempo parcial.

Miguel Ángel Torres, experto en infraestructura vial, consideró que los viaductos sobre la superficie son funcionales, pero sin un diseño adecuado pueden convertirse en elementos intrusivos del entorno urbano. Agregó que se debe analizar el impacto del proyecto sobre la línea 4 del metro de Lima, que se implementará a futuro en la vía.

“Lo más recomendable es hacer un ‘by-pass’ bajo tierra y que no sea exclusivo para el transporte privado, sino que integre también al transporte público”, dijo.

Lee el informe completo en nuestra edición impresa.