(Fotos: César Campos)
arzobispo
Yasmin Rosas

Betty Piña López se despertó ayer poco antes de las cinco de la mañana, se alistó y enrumbó a la iglesia San Lázaro, en el distrito del Rímac. El motivo fue ver a monseñor durante la ceremonia de juramentación de fe, antes de que fuera nombrado arzobispo de Lima.


► 

“Lo conozco desde hace veinte años. Lo he escuchado, me ha aconsejado y hemos compartido gratos momentos con la comunidad. Que alguien como él dirija a los creyentes del Perú es un regalo”, dijo Betty.

Hasta la iglesia de San Lázaro, donde Castillo fue párroco durante cinco años, además de cientos de fieles como Betty, llegaron el cardenal jesuita y arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto, y el nuncio apostólico, Nicola Girasoli. También lo hicieron diversos grupos de pastoral, miembros de congregaciones religiosas y otras autoridades eclesiásticas, con el fin de acompañar al nuevo líder de la Iglesia Católica en Lima.

En el Rímac, la ceremonia de profesión de fe y juramento se inició a las 9 a.m. Apenas Castillo puso un pie en el templo, los fieles, entre ellos una enérgica Betty, entonaron a una sola voz: “Carlos, amigo, el pueblo está contigo”. Ante la bienvenida, Castillo se tomó unos segundos para agradecer a los asistentes. El religioso de 69 años sonrió y abrazó a algunos.

“Tendremos que pedirle al Señor que nos dé un poco más de su anchura, que nos permita caminar juntos y superar los grandísimos problemas del pueblo peruano. Yo, de todo corazón, les digo que estoy aquí para escucharlos”, indicó.

Al término de la ceremonia en el Rímac, salió en procesión con las reliquias de Santo Toribio de Mogrovejo, primer arzobispo de la ciudad, rumbo a la Catedral de Lima, donde a las 10 a.m. se tenía programada la misa de ordenación episcopal y toma de posesión. La celebración en San Lázaro se realizó para evocar el ingreso de Santo Toribio y es parte de las exigencias que debe cumplir un obispo antes de ser ordenado y asumir el cargo de arzobispo de Lima.

—Cercanía con los fieles—
Las calles adyacentes al templo de San Lázaro se llenaron de algarabía. Desde los balcones, algunos gritaban para que se les diera alguna bendición, otros querían llegar a Castillo para que hiciera la señal de la cruz sobre imágenes religiosas, fotos de familiares, rosarios y demás objetos.

La comitiva encabezada por Castillo, Barreto y Girasoli sonreía y conversaba. Si alguien lograba acercarse, amablemente Castillo se detenía por unos segundos y lo saludaba.

Músicos, grupos de folclor y de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde enseña Teología, se sumaron a la procesión. Los fieles iban entonando cánticos con más energía conforme se acercaban a la Plaza de Armas. Allí, se esperó a Castillo con alfombras florales.

—La ordenación—
Nicola Girasoli fue quien presidió parte de la ceremonia de ordenación en la Catedral de Lima. “El juramento de un nuevo obispo siempre es una acción de gracia, es un hecho histórico”, dijo el nuncio apostólico.

Durante su discurso, también exhortó a que Castillo, quien reemplazó en el cargo al cardenal Juan Luis Cipriani (él renunció al cumplir 75 años según el Código de Derecho Canónico), mantenga el diálogo con seminaristas, sacerdotes y religiosas. “Más que caminar, a ti te gusta pedalear [Castillo suele trasladarse en bicicleta] y nosotros queremos pedalear contigo. Tenemos que mantener la unión”, agregó Girasoli.

Asimismo, resaltó el compromiso de la Iglesia para luchar contra la violencia hacia la mujer y cualquier tipo de falta que atente contra la integridad de las personas.

Tras la ordenación, Castillo dirigió su primera liturgia como arzobispo de Lima. “Somos el pueblo limeño, pueblo creyente que solo puede existir como tal si se emprende todo, se enraiza y se funda siempre en Jesús”, dijo.

“Es mi principal desafío aprender a constatar dónde están los abusos y excesos que sufren muchos hoy por el sistema de corrupción y tener claridad y firmeza contra ello”, agregó.

La Catedral de Lima lucía repleta. Parados o sentados, fieles, autoridades y religiosos querían presenciar el acto. Al finalizar, Castillo despidió uno a uno a los que se le acercaban.
Hoy, el arzobispo oficiará una misa a las 11a.m. en la Catedral de Lima.

-Más datos-
El lema del arzobispo Castillo es: “A ti te digo: ¡Levántate!”. En su escudo, muestra el cerro San Cristóbal, como lugar emblemático de la ciudad; a Jesús levantando a un joven con el fondo verde, que representa la crisis ecológica; un puente de piedra, que representa la fuerza de las misiones; y la bandera del Perú.

A la liturgia asistieron el alcalde de Lima, Jorge Muñoz; la ministra de Salud, Zulema Tomás, y la de Desarrollo e Inclusión Social, Liliana La Rosa, entre otras autoridades. Su antecesor, el cardenal Juan Luis Cipriani, también se hizo presente.

Contenido sugerido

Contenido GEC