El sistema recoge y trata los desagües producidos en seis distritos de Lima. Hasta junio del año pasado, las aguas residuales eran vertidas directamente al mar. (Rolly Reyna / El Comercio)
El sistema recoge y trata los desagües producidos en seis distritos de Lima. Hasta junio del año pasado, las aguas residuales eran vertidas directamente al mar. (Rolly Reyna / El Comercio)
Juan Guillermo Lara

Hasta el año pasado una enorme mancha marrón cubría gran parte del mar a la altura de Chorrillos, debido a que Sedapal echaba el desagüe directamente al océano, al no contar con un sistema de depuración.

Sin embargo, desde junio del 2016, la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) y emisario submarino La Chira recibe y trata los desagües producidos en seis distritos de la ciudad: Villa El Salvador, Miraflores, Barranco, Chorrillos, Surco y San Isidro.

José Luis Rubio, representante del consorcio La Chira, informó que desde que la PTAR inició sus operaciones ha tratado cerca de 165 millones de m3 de agua residual, equivalentes a más de 65 mil piscinas olímpicas.

“Ayudados por las características de la zona y el mar agitado, la regeneración del agua ha sido muy rápida. Ahora los niveles están por debajo de los límites que marca la Autoridad Nacional del Agua (ANA)”, afirmó.

—Problemática—
No obstante, los esfuerzos de La Chira por descontaminar las playas se ven opacados por la presencia de chancherías, invasiones y botaderos de basura y desmonte.

La planta de tratamiento se ubica cerca de donde la comuna de Chorrillos traspasa basura de motocares a camiones. (Dante Piaggio / El Comercio)
La planta de tratamiento se ubica cerca de donde la comuna de Chorrillos traspasa basura de motocares a camiones. (Dante Piaggio / El Comercio)

Entre estas amenazas figura el descampado que la Municipalidad de Chorrillos utiliza para transferir la basura de pequeños motocares a camiones. Esto se realiza al aire libre, a pocos metros del mar.

“No hay un control por parte de las municipalidades ni otras autoridades porque constantemente vierten basura que tiene incidencia en el área de playa”, denunció el ingeniero oceanógrafo Darwin Loarte. “La corriente marina transporta el material contaminante a las playas de la Costa Verde”, añadió.

Además, las chancherías e invasiones que rodean a la planta y que se han asentado en lomas cercanas echan al mar basura, escombros y desagüe sin tratar.

En imágenes de Google Maps del último año se ve que el color del mar en la zona de La Chira ha ido cambiando de marrón a azul. Pero también se observa el crecimiento de las invasiones en Chorrillos.

Fuentes de la Municipalidad de Chorrillos aseguraron que en distintas oportunidades han desalojado las invasiones pero que, al no tener capacidad para fiscalizar la zona, las personas regresan.

Para Fausto Carranza Estela, ingeniero de la Dirección de Control y Vigilancia de la Digesa, la presencia de chancherías e invasiones cercanas a la costa es un agravante que puede enmascarar los resultados de La Chira.

“Si bien la PTAR está ayudando a descontaminar el mar, lo más común de las invasiones es que arrojen sus desechos directamente al mar”, indicó.

José Luis Rubio, del consorcio La Chira, agregó que la lucha contra la basura también se presenta dentro de la planta, lo cual hace lento el proceso de purificación.

“Desde que empezamos a operar hemos removido más de 15 millones de kilos de residuos sólidos. Hasta hemos encontrado animales muertos”, criticó.

—Situación de las playas—
La concesionaria –conformada por Acciona Agua y Graña y Montero– precisó que antes de que funcionara La Chira algunos de los 22 puntos de monitoreo de contaminación en el mar, en la zona de influencia de la planta (entre la bajada Armendáriz y el muelle de Conchán), arrojaban niveles de coliformes de más de 16.000 NMP (número más probable) por cada 100 milímetros de agua (el estándar ambiental es de 1.000 NMP por cada 100 milímetros de agua).

Actualmente, la playa del Country Club de Chorrillos registra 2 NMP, un nivel ínfimo de contaminación.

Otras 13 playas tampoco superan el estándar permitido de 1.000 NMP, mientras que ocho playas aún no han sido fiscalizadas por la Digesa en agosto de este año.

Solo Agua Dulce (en Chorrillos) no es apta para bañistas, según el índice de Calificación Sanitaria de Playas (ICS Playas) de la Digesa. 

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