Un privado adquirió la propiedad ubicada en la cuadra tres del Jr. Ica el 6 de noviembre del 2017. En junio, interpuso una demanda para que la AAA desaloje el inmueble. (Foto: Felix Ingaruca / El Comercio)
Un privado adquirió la propiedad ubicada en la cuadra tres del Jr. Ica el 6 de noviembre del 2017. En junio, interpuso una demanda para que la AAA desaloje el inmueble. (Foto: Felix Ingaruca / El Comercio)
Yasmin Rosas

En la cuadra tres del jirón Ica, en el , se ubica una casona que es ocupada por la Asociación de Artistas Aficionados (AAA) desde hace más de 75 años. La propiedad pertenece a la Archicofradía Nuestra Señora del Rosario (ANSR), pero es administrada por la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana (SBLM) desde hace más de dos siglos.

De acuerdo con el título I del capítulo V del Código Canónico, las cofradías, archicofradías y congregaciones son grupos formados por devotos para realizar obras y actividades que favorezcan a los sectores más necesitados.

Según la ley vigente desde 1889 y de un decreto supremo de 1865, el manejo y la administración de los bienes de estas asociaciones se otorgan únicamente a la SBLM.

A pesar de ello, el 20 de febrero pasado, la AAA recibió una carta notarial en la que se le notificaba la transferencia de esa propiedad a favor de la sociedad conyugal de Richard Mubarak Rubio y Elisa Álvarez Ponce de León.

Más tarde, les llegarían invitaciones para conciliar; y luego, una demanda para que desalojen el lugar como consecuencia de la venta de la propiedad de 890,40 m². El inmueble reconocido como patrimonio histórico se vendió a US$271.572,05 el 6 de noviembre del 2017.

Pedro Antonio Castillo Gonzales, sindicado como primer mayordomo de la ANSR, fue quien inició la venta de este inmueble y otras cuatro propiedades de la archicofradía. En total, la ANSR cuenta con 19 predios, casi todos ubicados en el Centro Histórico de la ciudad, a excepción de dos casonas en el Rímac (ver mapa). La mayoría son utilizados como comercios o viviendas.

(Fuente: Sunarp)
(Fuente: Sunarp)

—Proceso irregular—
Para la SBLM, esta archicofradía no se podría haber inscrito en la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) ni haber registrado la propiedad de los predios, ya que Castillo no es reconocido por el Arzobispado de Lima como autoridad dentro de la ANSR.

“Uno de los requisitos para que estas asociaciones existan es que estén en un padrón del arzobispado. Estos grupos no son privados porque se rigen bajo la ley canónica y la ley civil”, explicó Fernán Altuve, miembro del directorio de la SBLM y especialista en derecho canónico.

Fuentes del Arzobispado de Lima confirmaron que la ANSR no cuenta con estatutos adecuados al Código de Derecho Canónico. Castillo tampoco aparece en el padrón oficial como representante.

Asimismo, para que una archicofradía pueda disponer de sus bienes debe tener reconocimiento de la orden a la cual tiene advocación. En este caso, los dominicos. Sin embargo, el padre Luis Enrique Ramírez, jefe del museo del Convento de Santo Domingo, explicó que la ANSR no es reconocida a nivel civil ni religioso. Por ello, enfatizó, los predios mencionados no se pueden vender.

Según la inscripción en la Sunarp, Castillo fue facultado y autorizado para “que actuando en forma individual y a sola firma pueda realizar todos los trámites y gestiones necesarias, sin reserva ni limitaciones”.
La beneficencia demandó a Castillo, a la sociedad conyugal Mubarak Ponce de León, a la ANSR y a la Sunarp con la finalidad de declarar la nulidad de los contratos de compraventa de las cinco propiedades.

Castillo señaló a El Comercio que la beneficencia no tiene “que quejarse de algo que nos les incumbe porque legalmente son solo administradores”. Asimismo, dijo que la ANSR es una institución privada que se ha constituido legalmente dentro de sus estatutos. Evitó dar detalles sobre el caso señalando que “el tema está judicializado”. Este Diario intentó comunicarse varias veces con Richard Mubarak Rubio, pero al cierre de esta edición no obtuvo respuesta.

La Sunarp indicó que hoy dará información detallada sobre los documentos presentados por la archicofradía al momento de la inscripción.

Antecedentes

► El padre Luis Enrique Ramírez señaló que hace unos cuatro años Pedro Castillo colaboró con actividades en el convento. Allí sería cuando Castillo se apropió del nombre jurídico de Nuestra Señora del Rosario.
► El convento de los dominicos demandó a Castillo porque quiso apoderarse de la basílica Virgen del Rosario y del convento Nuestra Señora del Rosario.antecedentes

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