Las horas punta en Lima son el terror de los conductores. No solo porque deben soportar embotellamientos y estresantes bocinazos, también porque tienen que lidiar con los 'bujieros', delincuentes que esperan que el semáforo cambie a rojo o que el tránsito se vuelva lento para reventar las lunas de los vehículos con bujías calientes y arranchar todo lo que puedan en tan solo segundos.
La Policía Nacional ha identificado 47 puntos en la capital donde los delincuentes asaltan bajo la modalidad del bujiazo. El Comercio tuvo acceso a esa lista de peligrosos lugares.
Entre las zonas con mayor accionar de bujieros, destacan los cruces de: Av. Angamos con la calle San Fernando, zona conocida como ‘Chicago Chico’ (Surquillo), Av. Tomás Marsano y Av. Angamos (Surquillo), Av. Alfonso Ugarte con el Puente del Ejército (Cercado de Lima), Av. Grau con Jr. Huánuco (La Victoria) y Av. Ayacucho con Av. Tomás Marsano (Surco).
En agosto, solo en el Cercado de Lima se registraron 31 casos de robos perpetrados por bujieros, además de 324 arrebatos en calle y 162 cogoteos.
El general PNP Edison Salas, jefe del Estado Mayor Operativo de la Región Policial Lima, señaló que si bien se trata de cantidades elevadas, las megaoperaciones nocturnas apuntan a contrarrestar esa incidencia y se está destinando policías a los puntos más vulnerables.
Asimismo, criticó la falta de apoyo de otras instituciones, como la fiscalía, para atacar con mayor fuerza la delincuencia. “Nosotros podemos atrapar a los bujieros y llevarlos detenidos a la dependencia, pero luego son liberados alegando falta de pruebas”, indicó Salas.
Por ello, pidió a las autoridades municipalidades instalar cámaras de seguridad en las zonas con mayor incidencia delictiva para grabar a los delincuentes en plena acción punible, imágenes que servirían como pruebas contundentes para que estos reciban una sanción por delito contra el patrimonio.
Cómo operan
Los bujieros, cuyas edades oscilan entre los 14 y 22 años, se movilizan en motocicletas o a pie. Usan motos para desplazase, principalmente en avenidas largas como Javier Prado, La Marina o para hacer seguimientos, señala un coronel PNP.
Las bujías son parte del motor de un vehículo y hacen que este funcione. Cada una mide cinco centímetros aproximadamente y su peso no es proporcional a su tamaño.
Estos objetos son de fierro y están recubiertos con una especie de aislante cerámico. Son muy fáciles de conseguir, ya que se cambian con mucha frecuencia durante las revisiones técnicas de los vehículos.
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