En las últimas semanas, una sombra se ha cernido sobre las flotas formales de transporte público de Lima. Una investigación de la campaña #notepases de El Comercio revela la infiltración de una red de colectivos informales, cuyo objetivo es boicotear las operaciones de las compañías legítimas y desestabilizar su servicio. Este grupo se ha introducido en las planillas, empleando tácticas para favorecer su propio servicio ilegal poniendo en jaque la seguridad del transporte urbano.