
El alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, se presentó ayer ante la Comisión de Trabajo del Congreso de la República para responder por las acciones de fiscalización en la siniestrada galería Nicolini, ubicada en la zona de Las Malvinas. Durante su presentación el burgomaestre tuvo algunas contradicciones con respecto a las acciones que realizó su gestión.
Castañeda dijo en el hemiciclo que el edificio fue clausurado el 9 de junio por una serie de incumplimientos con la Municipalidad de Lima y que el 21 de junio, un día antes del incendio, nuevamente lo clausuraron porque se detectó una puerta clandestina.
Sin embargo, un día después de haberse iniciado el fuego el alcalde de Lima dijo que la clausura fue el pasado 6 de junio y que los comerciantes volvieron abrir. En ese momento no informó de un posterior cierre del local.
El mismo día que el alcalde llegó a la zona del siniestro los comerciantes de Las Malvinas afirmaron que nunca se ejecutó la clausura del almacén siniestrado y que los inspectores de la municipalidad solo notificaron a los propietarios de los pisos superiores.
“No podíamos poner candando porque simplemente no estamos facultados y podía haber gente adentro. En consecuencia, simplemente notificamos”, afirmó el alcalde en el Congreso.
Durante su presentación ante la Comisión de Trabajo, Castañeda dijo también que la Municipalidad de Lima no sabía lo que estaba ocurriendo (construcciones ilegales y prácticas de explotación laboral) en los pisos superiores de la galería Nicolini, porque no se les permitía ingresar.
“Cuando nos enteramos de los contenedores es que se activa Defensa Civil, pero no sabíamos lo que estaba pasando y no podíamos ingresar”, aseveró.
Antes, el alcalde había dicho que los contenedores ilegales no se instalaron en su gestión, pero los comerciantes de la galería Nicolini, ubicada en el primer piso del edificio, afirmaron que los contenedores fueron ensamblados a partir del 2016. Las estructuras, que tienen hasta tres niveles, se puede observar desde la calle.