Daniela es una sobreviviente. Tuvo COVID-19 y estuvo en UCI por más de 10 días. Su mamá, Milagros, es su principal soporte para su recuperación. (Foto: Hugo Pérez)
Daniela es una sobreviviente. Tuvo COVID-19 y estuvo en UCI por más de 10 días. Su mamá, Milagros, es su principal soporte para su recuperación. (Foto: Hugo Pérez)
/ Hugo Perez
Lourdes Fernández Calvo

Cuando Daniela, de 9 años, estaba echada boca abajo, con un tubo insertado en su tráquea y conectado a un ventilador, su mamá Milagros le pedía, a través de la mente y de una energía que solo las madres tienen con sus hijos, que luche; que ella, su mamá, estaba ahí, vigilando cada segundo de su vida.

En sus 9 años, Daniela, nunca sufrió de ninguna enfermedad grave, a lo mucho, cuenta su mamá, alguna vez tuvo alguna alergia, pero nada de cuidado. Sin embargo, en febrero, a pocos días de dar positivo al COVID-19, Daniela terminó postrada en una de las camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Instituto Nacional del Niño de San Borja (INSN). Ahí permaneció pronada (técnica no invasiva de recostar a los pacientes boca abajo) por más de diez días, luego de tener más del 70% del pulmón afectado por el virus.

“En la casa se contagiaron casi todos. Ella empezó con malestares suaves, ya no tenía hambre, había perdido el olfato, el sabor del gusto. Su papá la llevó al Hospital de Policía y ahí ella se quejaba de dolor de pecho y espalda. Le dijeron que era normal por el covid y solo le dieron un inhalador. Después, una doctora particular la vio y me dijo que la llevara de emergencia a que le hicieran una tomografía. Ahí salió que tenía el 50% del pulmón comprometido y tenía neumonía. Entonces, la tuvimos que internar de emergencia en el hospital. Fue la primera vez que nos separamos”, recuerda Milagros.

Luego de un par de días, la situación de Daniela se complicó más. Empezó a desaturar y a necesitar más oxígeno. Debido a que el Hospital de la Policía no cuenta con un área para niños con COVID-19, Milagros cuenta que tuvo que hacer todo tipo de trámites para poder trasladar de emergencia a su hija al área UCI del INSN. Daniela ya tenía el 85% del pulmón comprometido. Desde ese momento, dice Milagros, empezaron los días más terribles y trágicos de su vida.

“Al inicio no tuve ningún tipo de comunicación con ella. Les rogaba a los doctores, les pedía llorando por ella. Tenía mis momentos en que me caía, pero nunca perdí la fe. No sé de dónde saqué tanta fuerza. En ese tiempo que mi hija estuvo en UCI yo trataba de comunicarme o hablar con ella mentalmente. No lloraba y trataba de sentirme tranquilla. Estuvo boca abajo 10 días. Y luego continuó en UCI dormida. El 6 de marzo, me avisaron que Daniela iba a ser extubada. Los doctores me dijeron que era un milagro”, cuenta.

Sin embargo, cuando pasó al área de hospitalización, los doctores se percataron que Daniela no tenía reflejos en los brazos ni piernas. Le hicieron una punción lumbar y detectaron que tenia el síndrome de Guillain-Barré. Entonces, tuvo que empezar un doloroso tratamiento e intensivas terapias para poder recuperarse. Poco a poco, logró recuperarse y pudo salir de alta el 22 de marzo. “Ha quedado con el daño neurologico, aún no puede caminar sola, hay mucho trabajo por delante. Tiene pánico de volver al hospital. Al inicio ella lloraba y decía: soy una inútil porque no puedo caminar, pero de a pocos está superándolo”, explica Milagros.

Daniela y su mamá siempre estuvieron conectadas pese a la distancia. (Foto: Hugo Pérez)
Daniela y su mamá siempre estuvieron conectadas pese a la distancia. (Foto: Hugo Pérez)
/ Hugo Perez

Los niños y niñas no son invencibles

Los niños, niñas y adolescentes también son víctimas del COVID-19 y en esta segunda ola de la enfermedad que se vive en el Perú esta situación es cada vez más preocupante. Por ello, la ONG Terre des Hommes junto a la Defensoría del Pueblo, realizan quincenalmente un reporte sobre los casos de los niños, niñas y adolescentes con coronavirus en el Perú. Según el Radar COVID-19, actualizado hasta el 24 de abril último, se han contabilizado a 103.352 menores de 18 años contagiados por el nuevo coronavirus. De ellos, 349 han fallecido. Las 6 regiones que han tenido la mayoría de casos de contagios han sido Lima, Loreto, Piura, Ica, Callao y San Martín.

“Estamos por sacar la edición 44 del Radar COVID, eso significa que aproximadamente 44 semanas llevamos haciendo este monitoreo porque justamente los niños, niñas y adolescentes no solo han sido invisibilizados como víctimas de la pandemia en diversos temas sino también con el propio COVID. Toda la representación social que se tenía es que ellos contagian pero que son invencibles, pero eso no es así. Hay 349 niños que han fallecido. De estos niños hay una situación bien preocupante, el 42% de los que fallecen son de 5 a menos años. Queremos que nos hagan caso en este tema, que en el caso de los niños menores se estudien sus historias clínicas para saber qué esta disparando esas muertes. Si es por ejemplo por comorbilidades o si es por creencias que no se sospecha que hay covid o porque llegando temprano al servicio no se les atiende”, precisa Carmen Barrantes, representante de la ONG Terre des Hommes.

¿Cómo se está atendiendo a los menores con COVID en esta segunda ola? Daniel Anchante Llosa, pediatra e intensivista de UCI Pediátrica - Covid del INSN- San Borja, refiere que sí hay un aumento en el número de casos de menores contagiados en comparación con las atenciones del año pasado. Esto se debe, indica, a las nuevas variantes que han aparecido este año, tanto la brasileña como la británica.

Una de las diferencias encontradas en esta segunda ola es que, así como sucedió con la pequeña Daniela, los menores que se contagian del COVID-19 no tienen enfermedades preeexistentes ni comorbilidades. La mayoría de los casos atendidos por coronavirus son de menores de entre 9 y 15 años de edad.

“Este año hemos tenido 60 casos de niños con COVID-19, no todos ingresan a UCI. Tenemos 12 camas en UCI y ahorita hay 4 casos. En UCI tenemos un aproximado de ingresos de 2 a 3 niños semanales con covid positivo que necesitan ventilación, medicina y trabajo grande en equipo. Los que requieren asistencia respiratoria se quedan entre 14 a 20 días en UCI”, explica Anchante.

Una de las situaciones más complicadas que afrontar los niños y niñas con COVID que terminan en UCI es estar lejos de sus padres y enfrentar con temor el tratamiento al que son sometidos. Anchante precisa que ese es un trabajo duro y constante que los profesionales de salud deben realizar diariamente para evitar que los menores sufran emocionalmente.

“Tratamos de tener un trato personalizado. Tenemos un equipo de psicología detrás de cada niño. Hacemos muchas interacciones por llamadas. A los niños despiertos les hacemos llamadas por video con una preparación previa porque los papás encontrarán algo raro, y los niños dormidos sí les hacemos llamadas por voz, los papás llaman y les acercamos por teléfono al oído del pequeño. Ellos están dormidos pero los papás sienten alivio porque les pueden hablar dormidos. Es fuerte para nosotros porque escuchamos lo que sucede en esas llamadas”, cuenta el pediatra.

A tener cuidado

¿Cuáles son las señales de alerta en los niños y niñas? Patricia Llaque, neumóloga del INSN-San Borja, refiere que los síntomas en los menores respecto a la primera ola también no han cambiado. Sin embargo, lo que ha surgido ahora es que los niños, niñas y adolescentes que se contagian del COVID-19 presentan un síndrome inflamatorio multisistémico que no se ha visto en adultos.

“Este síndrome se presenta mayormente entre 4 a 6 semanas luego de un cuadro de covid. Se piensa que es la activación inflamatoria exagerada en varios órganos del cuerpo. Luego de haber tenido contacto con el virus empiezan con dolor abdominal, a vomitar mucho, tienen fiebre varios días, tienen problemas cardiacos, manifestaciones dérmicas. Algunos de estos niños llegan a UCI o a requerir soporte para mantener la presión arterial”, explica.

La neumóloga alerta que es necesario estar alertas ante cuadros de fiebre persistente, vómitos y si el menor presenta la piel enrojecida. En ese caso, el niño o niña debe ser llevado de emergencia al centro de salud más cercano.

Llaque recuerda que es importante no realajar las medidas de prevención con los menores, por lo que es necesario que ellos también usen doble mascarilla cuando estén en lugares con poca ventilación o con aglomeración de personas. Lo más recomendable, por ahora, es evitar exponerlos a cualquier zona de alto contagio.

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