La creatividad, un legado que ha sido parte de la identidad de los peruanos desde épocas prehispánicas, cobra relevancia en el presente por su enorme potencial de transformar realidades, generar impacto positivo en la sociedad y aportar valor en cualquier sector económico. Por esa razón, la creatividad es hoy la competencia más demandada por el 91% de las empresas, según EY y Future For Work. Una habilidad esencial para cualquier profesional que desee destacarse en el mercado laboral, agregar valor en cualquier sector económico y solucionar problemas y necesidades de manera disruptiva. Revalorar el pasado creativo de los peruanos es comprender que somos una nación creativa.
“Toda nación tiene símbolos que la representan, que sus ciudadanos pueden reconocer y hacer suyo para sentirse orgullosos de pertenecer a ella. Por eso, desde Toulouse Lautrec hemos creado el símbolo de la Nación Creativa. Un símbolo que nos una, que nos represente y que nos guíe cuando nos falte un norte”, explicó Silvia Campodonico, gerente general de Toulouse Lautrec.
El símbolo, plasmado en un geoglifo trazado en un área de 36 100 metros cuadrados en la pampa desértica de Bella Unión, a hora y media de Nazca, busca destacar el ADN creativo de los peruanos y cómo esta habilidad, presente desde tiempos milenarios, ha sido la respuesta para encontrar la solución a sus problemáticas más fuertes.
¿Cómo se creó el símbolo?
La Escuela de Educación Superior Toulouse Lautrec congregó a un equipo multidisciplinario integrado por Karen Stiegler, Claudia Olivares y Marianella Hernández, directoras académicas de Toulouse Lautrec, quienes trabajaron de la mano con la reconocida historiadora Carmen Mc Evoy, el arqueólogo Johny Isla y los destacados artistas Rocio Rodrigo e Ignacio Iturburu. La tarea: conceptualizar y diseñar el símbolo de la Nación Creativa, partiendo de la premisa de reafirmar que el Perú hoy es una Nación Creativa y que, con creatividad e innovación, podemos avanzar tan rápido como el mundo globalizado con el que estamos conectados.
Además de este colectivo, conectamos con distintos creadores peruanos, desde empresarios, emprendedores, estudiantes, artistas y deportistas, para recoger sus visiones del país. Entre ellos, Carlos Añaños, Miguel Tudela, Micaela Aljovín, Caro Black, entre otros. Estos testimonios fueron clave para construir un símbolo que represente verdaderamente la pluralidad de nuestra comunidad y que concluye, finalmente, en un mensaje: debemos encontrar una visión común para poder avanzar como país. “Este momento histórico es ideal para empezar a construir un nuevo paradigma de país. Tal como en el pasado los Nazca dibujaron en la tierra elementos sagrados que probablemente eran propiciatorios de la venida del agua; nosotros podemos crear un símbolo que sea propiciatorio del encuentro”, refuerza la historiadora Carmen Mc Evoy.