Virtualmente acéfalo, sin poder usar sus instalaciones, sancionado con un punto menos en la tabla por incumplimientos económicos, una deuda impagable y tres integrantes de su plantilla (dos de ellos jugadores) infectados por el COVID-19. Así llega Universitario de Deportes a su aniversario 96.
El club que fuera fundado un día como hoy por una treintena de estudiantes universitarios en el local de la Federación de Estudiantes del Perú, deberá enfrentar esta tarde su primer partido luego de que la Liga 1 se suspendiera por la pandemia. Enfrentará al Cantolao, que también tiene cuatro infectados, uno de los cuales –según trascendió- era un jugador que iba a ser titular hoy.
Ayer se conoció que el encuentro entre Alianza Lima y Binacional, programado para este domingo, fue suspendido luego de que se informara que ocho miembros de la plantilla del campeón dieron positivo en las pruebas de descarte del virus. Sport Huancayo, que este lunes debe enfrentar a UTC, no podrá contar con nueve de sus jugadores, ya que estos se quedaron en Huancayo en cuarentena.
Sobre el caso de Binacional, el asesor legal de la Agremiación de Futbolistas, Juan Baldovino, declaró que no rompió ningún protocolo porque, sencillamente, “no tuvo ninguno”. Parte del plantel viajó desde Juliaca a Lima en bus y el resto lo hizo en autos particulares… manejados por los propios jugadores. Como el club no había contratado alojamiento en la capital, los dirigentes les pidieron que cada quien buscase dónde quedarse.
Respecto a Huancayo, dijo que si los futbolistas no se quejaban, no se hubiese conocido la situación que padecían porque el supervisor “era muy amigo de los dirigentes y hacía informes [sobre los controles] como si estuvieran viviendo en Orlando, como [la burbuja de] la NBA”.
En estas condiciones vuelve el fútbol peruano a las canchas, con el país soportando un escalofriante repunte de contagios, un promedio de 6.705 nuevos casos y 202 fallecidos diarios en la última semana, sin camas UCI disponibles y decenas de personas clamando por oxígeno en las calles. Aunque un puñado de clubes se ha preocupado por aislar a sus jugadores y cumplir con los protocolos sanitarios, se sabía que la mayoría vivía en la precariedad económica e institucional, así que estas noticias no constituyen ninguna sorpresa.
Si la salud es importante para los organizadores de la Liga 1, el torneo no debería reiniciarse. Veremos qué es lo que realmente les interesa.