¿Otro aniego en San Juan de Lurigancho? Las razones de la Contraloría para advertir posible colapso de tuberías

El 13 de enero del 2019 fue un día nefasto para los vecinos de San Juan de Lurigancho, especialmente para las familias que viven frente al colector Canto Grande. La enorme tubería de desagüe se rompió, inundó de aguas servidas varias manzanas del distrito, afectó a unas 2.000 personas y limitó el acceso a agua potable por varios días.

MIRA: El riesgo de un nuevo colapso: Sedapal detecta fallas en obra que costó más de US$100 millones

Pero ese 13 de enero se sigue repitiendo. En los dos años y medio, los vecinos de la cuadra 12 de la avenida Próceres de la Independencia reportan al menos otros cuatro desbordes de agua residual y constante mal olor por las hidrojets que se encargan de bombear la materia fecal mientras se termina de reparar el colector. Hace poco más de un mes, el 4 de setiembre, un nuevo aniego dejó sin agua potable al distrito más poblado de la capital por varios días en plena pandemia.

La Contraloría General de la República ha alertado que el riesgo sigue siendo importante. En un comunicado informó que el colector Canto Grande tiene fisuras y deformaciones, detectadas en una supervisión realizada con cámaras de video diseñadas para inspecciones de este tipo.

La Municipalidad de San Juan de Lurigancho ha denunciado que un nuevo desborde de aguas servidas afectaría a más de un millón de vecinos. El alcalde Álex Gonzáles lo ha llamado un atentado a la salud y tranquilidad de la población.

Las razones de la Contraloría para alertar un posible nuevo colapso se basan en el Informe de Visita de Control N° 011-2021-OCI/0262-SVC (del 14 al 20 de setiembre de 2021) que detectó fisuras y deformaciones en tramos de la tubería, a la altura de la estación Pirámide del Sol de la Línea 1 del Metro de Lima.

En un comunicado, indicaron que las fisuras están en el tramo C2-C3, “lo que estaría ocasionando filtración de aguas residuales”, y las deformaciones en el tramo C1-C2, a la altura de la cuadra 9 de la Av. Próceres de la Independencia.

Zonas afectadas

Luego de la ruptura del colector Canto Grande en enero del 2019, en el sector tramo C3-C4, se construyó un bypass provisional para reemplazar las tuberías. Este año, luego del otro aniego, se coloco un nuevo bypass provisional para reemplazar las tuberías del tramo C4-C5, explica la Contraloría. Esto ha hecho que nuevamente entre en operación el colector que cuenta con deficiencias.

En respuesta, Sedapal emitió un comunicado en el que señalan que en la zona se trabaja una “Solución Definitiva” y que cuando se entregue, a fines de noviembre, las tuberías actuales que presentan las supuestas fisuras y deformaciones “serán rellenadas con concreto y no volverán a ser utilizadas”.

Esta “Solución Definitiva” entraría en funcionamiento el 26 de noviembre de 2021 y la obra culminaría el 16 de enero de 2022. La obra está a cargo de Cosapi, empresa que ha informado que se trata de un túnel subterráneo de 380 metros de longitud, que se realiza bajo el sistema de túnel liner “que consiste en la construcción de un túnel de forma manual a 8 metros de profundidad, desde el nivel de pavimento, con un diámetro de 2.30 metros”.

Se espera que una vez que se concluya “devolverá la normal dotación de agua al distrito de San Juan de Lurigancho, así como eliminará todo riesgo de colapso producto del aniego de hace un par de años”.

Sistema de bombeo y distribución de agua

De acuerdo con la Contraloría, a las fisuras y deformaciones se suma una “insuficiente capacidad del sistema de bombeo para evacuar aguas residuales”, en horas de máxima demanda. Es decir, si ocurre otro aniego, el órgano de control considera que Sedapal no podría atender a tiempo el desborde de aguas contaminantes. El plan de contingencia de Sedapal, agregan, contempla la evacuación de 2,5 metros cúbicos por segundo, pero hay caudales pico de hasta 3,19 metros cúbicos por segundo.

“Este riesgo se puede generar debido a que se ha elevado el nivel de caudal máximo de agua que recibe el colector en razón a las nuevas condiciones de uso de los servicios públicos de saneamiento, producto del COVID-19, con lo cual se incrementó el consumo de agua y por ende la generación de aguas residuales en el distrito”, señala la Contraloría.

Sedapal indica que están reforzando el sistema de bombeo para tener una ca el mismo que estará culminado para fines de octubre, con ello se tendrá una capacidad de bombeo de 4200 litros por segundo (4,2 metros cúbicos por segundo). Estará listo también en noviembre.

La Contraloría también advierte que existe un insuficiente control del abastecimiento de cisternas y distribución de agua potable.

Después del último aniego, cientos de vecinos del distrito tuvieron que hacer colas desde la madrugada en los más de 60 puntos de abastecimiento implementados por Sedapal. Varios denunciaron que la distribución no los incluía y que incluso algunas personas cobraban por baldes con agua.

Además, según el Informe de Visita de Control N° 09-2021-OCI/0262-SVC (Periodo de evaluación: Del 14 al 16 de setiembre de 2021), la Contraloría detectó que en los surtidores Mariátegui y Zárate no hubo un adecuado control y de reporte diario del contratista de Sedapal por cada camión cisterna que se abasteció con agua potable. “Del mismo modo, también se constató que Sedapal no cuenta con personal que supervise la distribución gratuita de agua potable por medio de los camiones cisterna, situación que podría afectar el reparto adecuado del suministro a la población afectada”, indicaron.

Sobre esto, la versión de Sedapal es que tuvieron “un operador en cada surtidor para el control de llenado del camión cisterna” que anotaba la placa del camión cisterna, hora, la concentración de cloro residual, entre otros detalles. El agua que se entregó, agregan, fue gratuita.

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