Hace poco más de dos años, El Comercio reveló la manera en la que operan las mafias de extorsión y cupos en avenida Arequipa por parte de los taxis colectivos. Utilizaban stickers que delataba una red informal y de extorsión, que lejos poner a los pasajeros en vehículos seguros, los sumerge en un peligroso viaje al margen de la ley.
Sin embargo, pese los operativos de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), los taxis colectivos siguen circulando con total impunidad por las calles de Lima y Callao, provocando accidentes, agrediendo inspectores y poniendo en riesgo a miles de personas, incluidos sus propios pasajeros. La lucha por erradicar su circulación parece complicarse más tras el anuncio del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, que aseguró que la comuna capitalina iniciará un plan de empadronamiento a taxistas que ofrecen el servicio de colectivo. Esto, con el fin de reducir la tasa de crímenes que ocurren en este tipo de servicio.
“Es un primer gran tema (taxis colectivos), para dar un transporte provisional, porque eso es un reemplazo a la Línea Amarilla”, indicó el burgomaestre para Latina Noticias.
En el reportaje de El Comercio, Carlos Peña, jefe de Movilidad Urbana y Seguridad Vial de Miraflores, narró cómo descubrieron la mafia de extorsión y el papel que cumplían los stickers en esta organización.
“Empezamos a ver algunos signos de parentesco, como estos stickers, y es ahí donde se inicia la investigación sobre por qué dos o tres carros similares haciendo colectivo los tienen pegados. En la fiscalización vimos que estos tienen relación con una estructura armada de personas que buscan proteger a los que son fiscalizados. Empezamos a encontrar que, cuando detenemos a los vehículos con estos símbolos, inmediatamente son socorridos por una turba de personas que con acciones delictivas tratan de liberar a estos colectiveros, a diferencia de cuando ocurría con un vehículo que no los tenía”, contó.
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