La congestión vehicular es uno de los principales problemas en la ciudad. Para solucionarla se propone un sistema articulado de transporte que incluya buses, líneas de metro y corredores.  (Víctor Gonzales / Archivo)
La congestión vehicular es uno de los principales problemas en la ciudad. Para solucionarla se propone un sistema articulado de transporte que incluya buses, líneas de metro y corredores. (Víctor Gonzales / Archivo)
Jorge Malpartida Tabuchi

A tres años de celebrarse el bicentenario de la independencia del Perú, Lima es una ciudad que crece sin rumbo ni planificación, según especialistas consultados por El Comercio. Los nuevos barrios y asentamientos en la capital se siguen extendiendo desordenadamente por el territorio como tentáculos. Además, debido a que actualmente Lima Metropolitana no cuenta con un plan de desarrollo urbano integral, problemas urgentes como el caótico transporte, la inseguridad o el déficit de áreas verdes y espacios públicos son mitigados por las autoridades con obras atomizadas que solo brindan soluciones a corto plazo.

Para el arquitecto Manuel de Rivero, el reto en los próximos años es delinear un nuevo paradigma de ciudad, como se hizo en 1921 cuando se celebró el centenario de la independencia. En esa época, indica, se planteó modernizar Lima con la construcción de la Av. Arequipa (antes Leguía) que conectó el Cercado con San Isidro y Miraflores, distritos que comenzaban a urbanizarse. También se construyó la plaza San Martín como un espacio de interacción social y se erigió la Av. Argentina (antes La Unión) para que se instalen industrias.

Con miras al 2021, De Rivero considera que se debe priorizar, antes que grandes obras de infraestructura, proyectos que mejoren la calidad de vida de los limeños. Por ejemplo, reducir el riesgo ante sismos (más de 50 mil personas fallecerían y 350 mil viviendas se destruirían en un terremoto de 8,8 grados, según Indeci), facilitar el acceso a servicios básicos (de acuerdo con Sedapal, 65 mil familias no tienen agua potable en Lima). “Estas obras no son atractivas para una autoridad porque no puede ponerles una placa, pero contribuyen a resolver las necesidades de la población. Si se siguen construyendo pistas y ‘by-pass’, solo estaríamos poniendo parches a los problemas”, dice.

Durante la gestión de Susana Villarán como alcaldesa de la comuna capitalina, se elaboró el Plan Metropolitano de Desarrollo Urbano de Lima y Callao al 2035 (PLAM 2035), el cual contenía una carpeta de 200 proyectos para potenciar la ciudad. Sin embargo, esta propuesta no ha sido tomada en cuenta por la actual gestión de la Municipalidad de Lima. Mientras se espera la reformulación y aprobación del plan maestro, en el 2016 la gestión del alcalde Luis Castañeda Lossio aprobó un plan de desarrollo local concertado que propone una serie de obras viales y pasos a desnivel como inversiones prioritarias al 2021.

La viviendas ubicadas en varias zonas de riesgo en la capital son una muestra de la falta de planificación. (Dante Piaggio / El Comercio)
La viviendas ubicadas en varias zonas de riesgo en la capital son una muestra de la falta de planificación. (Dante Piaggio / El Comercio)

—Superar la desconfianza—
Otro reto para los siguientes años es reducir la inseguridad a través del reordenamiento urbano. Jean Pierre Crousse, arquitecto y docente de la PUCP, señala que los robos y asaltos no se mitigan levantando muros o rejas, ya que generan segregación y alarmismo entre los vecinos. Según Crousse, debe fomentarse la confianza entre los ciudadanos a partir de la creación de más lugares de encuentro y recreación pública. “No basta con hacer más parques o plazas, si luego prohibimos pisar el césped y no dejamos que se usen. Si sucede esto, se convertirían solo en ornato y no en un espacio que le pertenezca a todos”, dice.

Jorge Abad, director de ingeniería civil de la UTEC, señala que la deficiente distribución de espacios dificulta el monitoreo y vigilancia de las calles. Reducir la criminalidad requiere un rediseño de la urbe a largo plazo. “Reinventar la ciudad debería abarcar más de una gestión; es decir, que incluya un plan al 2050, por ejemplo. Este proyecto debería incluir el trabajo conjunto de las municipalidades distritales, en coordinación con la comuna metropolitana”, explica.

—Reforma pendiente—
La congestión vehicular no se solucionará con más pistas, cemento y fierro. De acuerdo con Mariana Alegre, directora ejecutiva del observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos, obras como la línea 2 del metro de Lima alivian las demandas de transporte en un tramo específico, pero no resuelven el caos en el ámbito metropolitano. “La meta en los próximos años debe ser la articulación de todo el sistema de transporte multimodal: buses, líneas de metro y corredores”.

Alegre añade que para lograr esto es necesario que las autoridades hagan respetar las leyes y, por ejemplo, controlen que vehículos informales no circulen por los corredores exclusivos del Sistema Integrado de Transporte Público. 

3,7 m2

de áreas verdes por habitante tiene Lima, según un estudio de Lima Cómo Vamos. El promedio recomendado por la OMS es de 8 m2/hab.

MÁS INFORMACIÓN
- En marzo del 2011, el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico, adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros, publicó el Plan Bicentenario, en el que se plantea una serie de políticas nacionales rumbo al 2021.

- Entre los ejes estratégicos se incluye el fortalecimiento de los derechos fundamentales y la dignidad de las personas, la promoción de las oportunidades y el acceso a los servicios. También fomentar la economía, competitividad y empleo, el desarrollo regional e infraestructura, y resguardar los recursos naturales y el medio ambiente.

- Para el 2021, de acuerdo al Plan Bicentenario, se proyecta que Lima debería ser una megaciudad competitiva, con un medio ambiente equilibrado y calidad de vida.

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