El noveno Festival de Cine para Niños (CINI), impulsado, como es habitual, por el Británico Cultural, volvió en su edición presencial con películas de Brasil, México, España, Alemania, Colombia, Malta, Polonia, Francia, Kenia y Perú, que se pueden disfrutar gratuitamente en diversas sedes del Instituto Británico.
Esta oportunidad es única para que chicos y grandes se acerquen a lo mejor del cine internacional hecho para niños, pero que, por su calidad, también pueden disfrutar los adultos. Así lo cree Claudio Cordero, crítico de cine y director artístico del CINI, y no le falta razón. “Yo creo que las mejores películas infantiles no solo la disfrutan los niños, sino también los papás y cuando se sientan a conversar sobre lo que han visto es ahí cuando se cierra el círculo, es ahí cuando el visionado se enriquece, pues se dan cuenta de que la película los puede acompañar mucho más allá del momento de la proyección. La figura del padre, madre o tutor se hace entonces más importante, pues ellos al venir al CINI descubren que tienen una gran responsabilidad entre manos. Creo que no es suficiente mostrarles a los niños las películas de superhéroes de moda, que no está mal, pero es mejor hacer un esfuerzo adicional y mostrarles que hay más cosas y que es importante para la cultura y para los niños descubrir otras formas de hacer cine, otras realidades, otras culturas”, dice.
Lo importante del CINI es que vemos películas de todo tipo: de ficción, documentales, largometrajes, mediometrajes, cortometrajes, películas animadas, en stopmotion, entre muchas otras. “Creo que el festival cobra mayor importancia en estas circunstancias, pues los niños hoy están más atraídos por las pantallas que tienen al alcance de la mano, pero no por el cine, que ha quedado en un segundo plano como foco de interés. Entonces, desde el CINI hacemos una campaña para que desde pequeñitos se interesen por el cine y mostrarles que el cine es un medio de diversión, de entretenimiento, donde lo podemos pasar genial viendo películas de imaginación, de fantasía, pero que hay más que eso, que el cine es un medio por el que podemos entender mejor el mundo y sensibilizarnos de muchas cosas, cómo es la familia, la sociedad…el cine también puede cambiar vidas porque es arte”, añade Cordero.
Es interesante el acercamiento que ofrece un festival de este calibre, pues deja al descubierto cómo el mundo avanza en el desarrollo del cine familiar mientras aquí en el Perú aún no podemos hablar de una industria cinematográfica que desarrolle a gran escala cine familiar.
Además de una nutrida programación, el CINI ofrece también un taller de modelado de plastilina en el que los niños podrán crear su propio Paddington o Zully, el gigante de Monsters INC. El Festival termina el sábado 18 con la proyección de “Papá Youtuber” en el Cultural Station del Británico (Calle Bellavista 546, Miraflores).
Contenido sugerido
Contenido GEC