Nobleza y entretenimiento por encima del cinismo: esa es una arista del mejor cine clásico. Bajo esta premisa, el director Fernando Trueba presenta “La reina de España” (2016), la secuela de “La niña de tus ojos” (1998), que arriba hoy a los cines peruanos. Otra vez la protagonista es la enérgica y firme Macarena Granada (Penélope Cruz), la actriz y diva del séptimo arte que se enfrenta a un rodaje en la España de los años 50 para interpretar a la reina Isabel la Católica. Comedia, drama, confusiones, sacudones y amor al oficio por cortesía de un relato de cine-dentro-del-cine.
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— Billy Wilder dijo una vez que existen más libros sobre Marilyn Monroe que la Segunda Guerra Mundial y que ambos se parecen al infierno, con la diferencia de que ella valía la pena. ¿A ti Penélope Cruz qué te provoca?
(Risas) Hombre, el caso de Penélope es distinto. Trabajo muy a gusto con ella. Tenemos una buena relación. Por eso hemos repetido tres veces.
— ¿Qué te da ella que no te dan otras actrices?
Cada actor es un mundo, ¿no? He hecho tres películas con ella y ninguna se desarrolla en el presente. Quizás hay algo muy español en ella que funciona en ese tipo de historias.
— ¿Fijarse en el pasado es una manera de referirse al presente?
Muchos directores han contado sus historias en el pasado porque se sienten más libres. Fíjate: en estos tiempos que vivimos, tan rodeados de aparatos, si se hace una película realista prácticamente no habría una escena con dos personas, porque solo habría una persona y un teléfono móvil. Si se hace una película en el pasado, puedes hablar de cosas importantes como el amor, la amistad o la generosidad, sin estar mediatizados por estos ‘gadgets’. Pero las cosas que importan son las mismas en todas las épocas. Entonces una ventaja de una película histórica es esa libertad que te permite desprenderte de lo accesorio.
— ¿Y el género del cine-dentro-del-cine qué te da?
No sé si es un género, pero quiero decir algo y es una recomendación que creo que es buena: uno debe hablar de las cosas que conoce. A mí hablar de la gente del cine me facilita las cosas, porque conozco a esas personas y las quiero.
— Charlemos del presente. Es la era de Netflix y de las pantallas por todas partes, para bien o para mal. ¿Eres partícipe de sus nuevos hábitos?
Ahora tenemos un gran acceso a las cosas y eso es maravilloso. Antes me pasaba años para poder volver a ver una película. Pero me da pena que los chicos de hoy no disfruten el lujo de ver una película en un gran cine. A veces diera la impresión de que eso se está extinguiendo. Yo creo que no. Necesitamos la pantalla grande y la experiencia colectiva. No todo puede ser la experiencia privada. Hay cosas que nos gustan hacer con la gente.
— En el 2015, cuando recibiste el Premio Nacional de Cinematografía de España, diste un discurso por el que te siguen atacando hasta hoy. ¿Cómo se interpreta eso? (En ese momento, Trueba señaló: “Nunca me he sentido español. Ni cinco minutos de mi vida”. Su intención fue colocar, con sarcasmo, la universalidad por encima de los nacionalismos exacerbados e intolerantes).
Estamos en un momento en el que si dices que te gusta tal equipo de fútbol, al día siguiente te insultan 15 mil personas en internet y las redes sociales, y si dices que te gusta otro equipo, te insultan otros 15 mil. Siempre ha habido odio, pero que ahora el ‘odiador’ sea una figura social es chocante. Estamos en un momento de histeria colectiva muy rara, mezclada con xenofobia, nacionalismo y otros asuntos con unas emociones que yo no comparto. Cuando recogí el premio, hice un discurso humorístico (la prueba de ello es que la gente que estaba ahí se rio mucho), pero luego ha habido personas que solo han manipulado mis palabras para atacar al cine español y a mí. Estamos en un mundo en el que los hackers pueden entrometerse hasta en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Espero que esta situación no nos supere o devore y que podamos reorientarla.
— ¿La nobleza del arte y del cine clásico puede contrarrestar esta realidad siniestra?
Eso espero. La función del arte es hacer mejor a la gente y a la vida. Hacer cine es una gran responsabilidad. No digo que el cine deba ser educativo, pero sí al menos debería ser humano, tener cierta moral y transmitir cosas nobles.Tweets by Luces_ECpe