Penélope Cruz: "No me tienen que gustar mis personajes"

En “La niña de tus ojos” (1998), la actriz Macarena Granada y otros artistas españoles se meten en la Alemania nazi para hacer una película. Ahora en su secuela “La reina de España” (2016) –se estrena este jueves en los cines locales–, esa tropa entusiasta retorna para rodar una megaproducción en tierras ibéricas, en los años 50, sobre la reina Isabel la Católica. Es el cine dentro del cine para encausar la comedia y el drama.

Con este filme, Penélope Cruz encarna nuevamente a la sagaz Macarena. Sobre esta estrella de ficción, ella comenta a El Comercio a través del teléfono: “A mí no me tienen que gustar los personajes. No tengo que estar de acuerdo con ellos. Simplemente los tengo que entender. Aunque en este caso, sí, Macarena tiene una personalidad que me gusta mucho. Me cae bien. A las dos nos gusta dar nuestra opinión. Ella no calla las cosas que siente o piensa. Le importa la justicia”.

Al igual que en “La niña de tus ojos”, el artífice de “La reina de España” es Fernando Trueba, un director devoto de la elegancia, el humanismo y los conflictos del cine clásico. Trueba ganó el Óscar a Mejor Cinta Extranjera con “Belle Epoque” (1992), así como Cruz se llevó la estatuilla dorada a Mejor Actriz Secundaria por “Vicky Cristina Barcelona” (2008), de Woody Allen, previo entrenamiento intensivo en el drama y las pasiones del cineasta Pedro Almodóvar.

—¿Encarnar a un personaje histórico da un mayor margen para improvisar o es una responsabilidad? Fernando Trueba ha contado que, si se fijara en el presente, solo tendría a un hombre hablando con su celular. 
[Risas]. No sentía que hacía un personaje histórico. Estaba interpretando a Macarena, pero unos 15 años más tarde. Me preocupaba eso. Ella, a su vez, interpreta de una manera libre –así se trataban los temas históricos en esa época en las películas ambientadas en España– a la reina. Se trata de una comedia, no tenía que interpretarla a fondo.

—¿Qué resaltas de Fernando Trueba?
Es un hombre culto e inteligente. Lo conocí cuando era una niña. Me ha dado oportunidades increíbles desde el principio de mi carrera. Él crea un ambiente de mucha calma en el set. Va preparado. Tiene claro lo que quiere de cada uno. Nunca se le ve nervioso o pesado, aunque lo esté.

—¿Qué tipo de energía emana Pedro Almodóvar?
No es muy diferente. También va preparado. Son como artesanos: trabajan calmados y al detalle. Siempre hay un porqué detrás. Nunca te sientes solo al lado de ellos. Si te atascas en una escena, ellos te abren otra puerta. Pedro es alguien cercano a mí, casi de mi familia. Es más que un amigo.

—¿Woody Allen es partícipe de esa artesanía?
Es otro tipo de sistema. También disfruté trabajando con él. Sabía que no le gustaba ensayar y hablar mucho de los personajes. Él simplemente escoge a los actores que cree que son los adecuados y asume que vas a llegar preparado. Da bastante libertad. Si algo no le gusta, te lo dice. Me hacía reír todos los días. Me di cuenta de que mi manera de acercarme a él era hablando de médicos. Yo también soy un poco hipocondríaca y creo que ese fue nuestro vínculo. Le hacía muchas preguntas sobre mi personaje y él me decía: “¿Por qué me preguntas tanto si ya sabes todo lo que debes saber? ¿Por qué te agobias?”.

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