Némesis de un personaje heroico. El hebreo traidor que elige el bando egipcio para disfrutar privilegios. El que se lava las manos. El que pone las tentaciones a cada paso. El que es capaz de asesinar a su hermano. La que traiciona por despecho. La fanática religiosa desquiciada. El que incendia todo. La Semana Santa nos trae una amplia variedad de villanos a los que les sobra ímpetu para personificar los 7 pecados capitales, incluso varios a la vez. Soberbia, avaricia, lujuria, ira o envidia aparecen en muchos de los actos que los precipitan, usualmente, a terribles desenlaces. Pero como la vida no castiga realmente a los malos como sucede en las películas, recordemos a estos villanos, tomemos nota dónde ver sus actuaciones, y disfrutemos con los momentos en los que caen vencidos.
Que la Semana Santa les sea propicia.
Messala (Ben-Hur, 1959)
Stephen Boyd personificó a quien es, tal vez, el villano más representativo de este fin de semana, considerando el impacto que sigue teniendo Ben-Hur más de 60 años después de su estreno. Tanto película religiosa como de aventuras, parece nunca pasar de moda. Uno de los puntos más fuertes del filme es la relación, en el transcurso de varios años, entre Messala y Judá Ben-Hur, que pasaron de ser mejores amigos de la infancia a convertirse en enemigos irreconciliables, mientras Jesús se convertía en enemigo número 1 del Imperio romano. El reconocido escritor Gore Vidal, quien participó en el guion, habló años más tarde sobre la tensión homosexual que mueve realmente a Messala en su vínculo con el protagonista, algo que a Charlton Heston no le cayó precisamente bien: lo negó.
En HBOmax
Dathan (Los 10 mandamientos, 1956)
Este filme, otro de los favoritos de navidades o semanas santas, tiene la peculiaridad de mostrarnos no un solo villano, sino al menos cuatro a lo largo de su extenso metraje, que se acerca a las 4 horas: Ramsés (Yul Brynner), el antagonista, que se considera heredero legítimo del faraón por sobre Moisés (Charlton Heston) y dedica su vida a perseguirlo; Nefertiti (Anne Baxter), la princesa que, llevada por el despecho, manipula a Ramsés contra Moisés; o Baka (Vincent Price), el vil maestro constructor del faraón, para quien ninguna vida vale más que el poder o que una pirámide. Sin embargo, hay alguien que destaca con oscuridad propia: Dathan (Edward G. Robinson), un cruel y ambicioso capataz hebreo, capaz de traicionar y humillar a los suyos para mantener un estatus de ventajas y poder entre los egipcios, látigo en mano siempre. Icono del cine negro y de gánsteres, Robinson supo dotar a su personaje de la maldad que necesitaba.
En Prime Video
Caín (La Biblia… en el principio, 1966)
Richard Harris protagoniza uno de los segmentos más impactantes de este filme inspirado en la Biblia, realizado por John Huston, responsable de El halcón maltés o El tesoro de la sierra madre. Harris interpreta a Caín, el hijo de Adán y Eva que, cegado por la envidia, asesina a su hermano Abel (Franco Nero), a quien consideraba el verdadero favorito de sus padres. Agobiado por la culpa, la notable actuación de Harris casi no necesitó palabras para mostrar a un fratricida desolado, convertido en el primer criminal de la historia y condenado a errar por el mundo. Curiosamente, al año siguiente, Harris y Nero interpretarían a dos amigos que se vuelven rivales –Arturo y Lancelot-, en Camelot. 26 años más tarde, podría decirse que Harris recobraría el favor divino: fue Abraham en una miniserie.
En Star +
Dalila (Sansón y Dalila, 1949)
Hedy Lamarr, la actriz de ojos azul camaleón, solo necesitó un puñado de películas para convertirse en mito femenino de Hollywood. Una de ellas fue esta epopeya bíblica que, en el contexto de la antigua rivalidad entre judíos y filisteos, sitúa al fortachón bíblico (interpretado por Victor Mature) como víctima de la venganza de una mujer. En su interpretación de la despechada y desleal Dalila, Hedy supo ser sensual e inocente, cálida y calculadora, distante y asfixiante a la vez. La turgente belleza de la actriz, sin embargo, no se comparaba a la astucia e inteligencia que mostró en la vida real, sorprendiendo a los sansones de la tecnología: sus estudios de ingeniería fueron aplicados, entre otras cosas, a desarrollar un “salto de frecuencia” gracias al cual se hace posible el wi fi, el bluetooth o el GPS. De hecho, el 9 de noviembre –fecha de su cumpleaños-, el mundo celebra el Día del Inventor, en honor a ella.
En Claro Video (alquiler)
Poncio Pilatos (La última tentación de Cristo, 1988)
¿Qué puede ser más terrible que pasar a la historia por ser quien ordenó la humillación, tortura y crucifixión de Jesús? ¿Qué puede representar más el cinismo que lavarse las manos al hacerlo? Aunque Pilatos es recordado como un villano y su acto de aseo es metáfora de impunidad, en el filme de Scorsese se convierte en circunstancial facilitador para que Cristo cumpla su sacrificio “por la salvación del mundo”. Lo mismo ocurre con Judas (Harvey Keitel). Sin embargo, ¿Cómo odiar a Pilatos cuando quien lo interpreta es David Bowie? El multifacético artista demostró que se puede perder el alma, pero nunca la elegancia.
En Claro Video (Alquiler)
Nerón (Quo Vadis?, 1951)
Un comandante romano, machista y escéptico, se enamora a pesar de todo de una hermosa cristiana que representa a la virtud durante todo el filme. Los momentos realmente coloridos y emocionantes, sin embargo, los pone Peter Ustinov cada vez que aparece en escena e interpreta al disforzado y desequilibrado Nerón, emperador romano aficionado a artes que no domina y ganador de batallas que no pelea. Nerón encuentra, en su ebriedad de poder, una razón para vivir y para atribuirse una nueva victoria inmerecida: perseguir a los cristianos y culparlos del incendio en Roma para destruirlos. Cantando y tocando el arpa, el retorcido gobernante verá su ciudad arder sin que se le mueva un músculo de culpabilidad. “¿Cómo podrá soportar el pueblo vivir en un mundo sin mí?”, llega a preguntarse en un momento del filme, recordándonos, inevitablemente, a ciertos políticos actuales.
Satanás (La pasión de Cristo, 2004)
Sus apariciones duran breves instantes, pero se sienten suficientes para convertir al maligno en un personaje tan indescifrable como inquietante. ¿Es un hombre? ¿Una mujer? ¿Qué edad tiene? ¿Qué quiere de Cristo? ¿Qué encuentra en él cuando lo mira o aparece cerca suyo? Rosalinda Celentano –hija del cantante y actor italiano Adriano Celentano y la actriz Claudia Mori-, logra la difícil misión de darle un aire siniestro y místico al diablo, un personaje usualmente expuesto a clichés cinematográficos. “¿Realmente crees que un solo hombre puede soportar toda la carga del pecado?”, le pregunta al personaje de Jim Caviezel en una escena sobrecogedora. No necesita ni cuernos ni cola ni garras para sumergirnos en el miedo.
En Star +
En Movistar TV
BONUS TRACK
La muerte (El séptimo sello, Ingmar Bergman, 1956)
¿Cómo no recordar al personaje que se enfrentó en una partida de ajedrez para decidir cuándo tomaría la vida de un cruzado que intentaba volver a casa en medio de la Peste negra? Teniendo como escenario una Europa desolada por el hambre y la muerte, el soldado Antonius Block (Max Von Sydow) intenta alargar su vida todo lo posible mientras mueve caballos, torres o peones en busca del jaque mate que pudiera salvarlo. Durante la partida, los recuerdos de vida y las reflexiones sobre la existencia de los hombres y sobre la fe marcarán la pauta de la obra maestra de Ingmar Bergman, en la que el personaje de La muerte (Bengt Ekerot) tiene una participación decisiva. Su actuación es, además, extraordinaria.
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